Juan Valderrama: «Los músicos tenemos siempre listo el petate»

¿Qué representa para ti la canción «El Emigrante»?

Hay canciones y canciones. La mayoría tienen su tiempo y después pasan al olvido, pero unas pocas logran hacerse un hueco en nuestra memoria colectiva. Como canción es extraordinaria; letra y música encajan de forma perfecta. Como obra artística, toca un sentimiento universal, la añoranza que el ser humano siente hacia sus raíces. Para mí, «El emigrante» es el alma de mi padre hecha canción.

¿Y que significa «10 años sin Playback»?

Una parada en el camino. No nos damos cuenta de la distancia recorrida hasta que no volvemos la vista atrás. En mi caso no ha sido fácil, ser hijo de una leyenda de la música significa tener que justificar cada paso que das, como la mujer del César. Aparte, voy por libre en todos los sentidos y eso se paga.

¿Por qué ese título?

Porque nunca hago playback por una cuestión de dignidad y porque creo que perjudica al arte y al artista. Le quita toda autenticidad a la música, mata la magia y de alguna manera es un engaño al público. En eso soy inflexible; voz en directo siempre.

¿Qué es lo mejor que te ha ocurrido en estos diez años?

Mi mujer, sin duda. Ella me entendió desde el principio y ha tenido conmigo la paciencia y la sabiduría que tienen las grandes mujeres. Si alguien te quiere, te quieres tú también.

¿Qué tal con Alejo Stivel?

Fíjate que somos dos polos opuestos musicalmente, pero precisamente por eso nos complementamos bien. Lo bueno de Alejo es que conoce la profesión al dedillo porque es artista y luego productor. Es tremendamente ordenado, directo y cuando lo tiene claro, nada le detiene.

¿Cómo era tu padre en familia?

El ser más bondadoso y más sabio que he conocido. Mi padre era un ser especial, tocado por la varita de Dios porque esa voz no era natural, era un jilguero, pero también un luchador. Un ejemplo de hombre y de artista. Su familia le adoraba, sus amigos le adoraban, el público le adoraba… Y se lo merecía con creces.

Supongo que te daría muchos consejos. ¿Alguno especial?

No era de dar consejos, él daba ejemplo. Sí que me inculcó el amor a esta profesión más allá del éxito o de la fama, así como el respeto máximo al público, que es quien nos da de comer a los artistas, no debemos olvidarlo nunca.

¿Cuál es la fórmula para continuar una música que hunde sus raíces en la tradición, y ponerlas al día sin perder su esencia?

El conocimiento. España es rica en tradición popular, un manantial inacabable para la creación artística, pero también hay que estar al día en las vanguardias y no temerlas ni despreciarlas. Pero sobre todo buscar tu lenguaje, tu propia voz.

La industria de la música, como todo, está en crisis. ¿El músico es también un emigrante? (siempre de aquí para allá)

Las multinacionales de la música siguen teniendo mucho poder, acaparando espacios solo para sus artistas; solo hay que ver las galas de Nochebuena, o escuchar las radiofórmulas… Los músicos somos nómadas, vamos allí donde nos dejen ganarnos la vida y tenemos siempre listo el petate. Gajes del oficio.