«Entender la realidad como un paranoico es tremendamente moderno»

«La novela empezó a escribirse a principios del siglo XVII; si la comparamos con la poesía o el teatro, podemos decir que es un invento de antes de ayer», aseguró en una rueda de prensa previa a su intervención en el ciclo «Martes literarios» , en la que también participaron la vicepresidenta de Extensión Universitaria, Virginia Maquieira, y el poeta cántabro Regino Mateo. El evento, que patrocina El Diario Montañés, tendrá lugar los martes a las 19. 00 horas en el Paraninfo de La Magdalena.

El autor de «La música del mundo» se mostró escéptico ante las categorías literarias que, a su juicio, cambian más despacio que la realidad y corren el peligro de quedarse enquistadas. «Las clasificaciones se pueden quedar obsoletas y, aún cuando ya no significan nada para nosotros, seguimos aferrados a ellas», explicó el escritor. Aseguró, en este sentido, que prefiere pensar en una literatura «viva», capaz de despertar «la percepción, la emoción y las visiones» del lector.

Preguntado por el Premio Tristana de Novela Fantástica que recientemente le ha otorgado el Ayuntamiento de Santander por su novela «Memorias de un hombre de madera» , el autor aseguró: «El galardón te permite pensar que no estas completamente loco, sino que lo que haces también tiene valor para otros». Además, lamentó que una parte importante de la crítica considere la «literatura fantástica» como «un género menor o para niños» por el que «hay que pedir perdón cuando recibes un premio». En esta línea, reconoció que más que un género u otro, lo que más le interesa es que «la literatura sea libre».

Para terminar, Ibáñez anunció que está escribiendo una novela con la que se siente muy contento porque abre una nueva etapa en su literatura. «Tengo la sensación de que después de esta novela podría escribir treinta o cuarenta más» , añadió el autor, quien reconoció que su nueva obra tiene que ver con la segunda parte de «El Quijote». «Cervantes considera que la manera de entender la realidad es entenderla como un paranoico, y eso me parece tremendamente moderno», concluyó.