El premio Goncourt se pospone indefinidamente en «solidaridad» con las librerías francesas

Los jurados de los premios Femina y Medicis serán concedidos en las fechas previstas, a primeros de noviembre. Sin embargo, la decisión de la Academia y el jurado del Goncourt, el premio literario más famoso de Francia, son percibidos como un aldabonazo del mundo de la cultura literaria contra la decisión gubernamental de ordenar el cierre de las librerías, durante cuarenta días, prorrogables, cuando las grandes cadenas de distribución seguirán abiertas. A última hora de la tarde del viernes, la FNAC anunció que, también en solidaridad con los libreros, cerrará los espacios de librería de todos sus establecimientos.

El Gobierno de Emmanuel Macron anunció el jueves que el confinamiento se revisará cada quince días. Pero las pequeñas y medianas librerías se consideran «acosadas» y «marginadas». Marie-Rose Guarniérie, animadora de una pequeña librería famosa, en Montmartre, se dice «decepcionada», por estas razones: «Muchos clientes seguirán comprando, a través de internet. Pero los libreros más modestos nos sentimos traicionados. Las grandes superficies y los grandes distribuidores podrán funcionar, con sus librerías abiertas. Mientras que el pequeño librero, mucho menos “generalista”, mucho más comprometido, personalmente, con el libro, los autores y la cultura, estamos considerados como una actividad no esencial. Qué tristeza».

La Academia debía conceder su premio literario anual el jueves por la tarde, pero decidieron aplazar indefinidamente el acontecimiento, para solidarizarse con los libreros, condenados a cerrar.

Didier Decoin, presidente del Goncourt, comenta de este modo la decisión del conjunto de los miembros del jurado: «Tomamos la decisión con rapidez. Los libreros necesitan saber que son queridos y considerados. No son un comercio ni una profesión como las otras. Considerando su actividad como “no esencial”, el Gobierno se equivoca profundamente. De ahí nuestra solidaridad, aplazando la concesión de nuestro premio».

Tras el primer confinamiento, entre mediados de marzo y mediados de mayo, las librerías francesas se beneficiaron de una vuelta masiva de los clientes y lectores. El toque de queda decretado a mediados de octubre no afectó particularmente a las librerías, que esperaban hacer una gran temporada.

La gran mayoría de los premios literarios franceses, comenzando por el Goncourt, se conceden a primeros y mediados de noviembre. Es el momento álgido de la temporada literaria: polémicas, acontecimientos, denuncias, revelaciones… contribuyen a incrementar las ventas. Temporada literaria doblemente fallida. El segundo confinamiento nacional, durante todo el mes de octubre, será una suerte de «cerrojazo» para la venta y difusión del libro.

En París, la clientela tradicional se apresuró a visitar sus librerías preferidas jueves y viernes, antes del cierre por confinamiento, la noche del viernes. Resignados, los libreros se apresuraron a anunciar, con carteles, su obligación de respetar la Ley, invitando a sus clientes y lectores a continuar leyendo y comprando libros, a través de internet.

El Sindicato Nacional de la Edición (SNE), el Sindicato nacional de las librerías francesas (SNL) y el Consejo permanente de los escritores franceses (CPE) han hecho público un breve comunicado conjunto, lamentando la decisión gubernamental, en estos términos: «Las librerías de proximidad, presentes en todo el territorio nacional, están organizadas y equipadas para poder seguir abiertas, respetando las normas sanitarias más estrictas. Obligarlas a cerrar será un golpe muy duro para muchas librerías, que merecen un gran respeto y parecen incomprendidas».