Michael Crichton:«El miedo nos hace dóciles ante el poder»
Michael Crichton cuestiona el discurso del ecologismo en «Estado de miedo». Enmarcada en el techno-triller, la acción novelesca está sostenida por una exhaustiva documentación
Fue en el Museo de la Ciencia de Barcelona donde Michael Crichton -2,06 de estatura y 150 millones de libros vendidos en todo el mundo- lanzó la frase herética: «El pensamiento ecologista se basa en datos científicamente incorrectos y especulaciones». En «Estado de miedo» ( ... Plaza & Janés), sugiere que cuestiones como el calentamiento global sólo sirven para cimentar el miedo del que viven los mass media. En su novela, los malos no son las multinacionales, sino una organización ecoterrorista que manipula la naturaleza para reforzar su retórica apocalíptica con catástrofes climáticas. En resumen, que el creador de la serie «Urgencias» no tiene ninguna urgencia en actuar contra la supuesta amenaza climática y confía más en la ciencia que en la fe de las ideologías.
-¿Con la que está cayendo... y usted niega el cambio climático?
-Los ecologistas no están muy contentos conmigo, porque no están acostumbrados a la crítica. Durante años nadie les ha atacado y creo que el debate sobre el clima siempre es el mismo; es decir, no ha habido nunca un libro que sea popular y rebata visiones políticamente correctas. Las tormentas extremas que padecemos son un buen ejemplo: tenemos estudios meteorológicos teóricos, modelos informáticos sobre el calentamiento mundial y estadísticas acumuladas a lo largo de décadas: todos coinciden en que el número de catástrofes no ha aumentado; se predice, incluso, una reducción en la intensidad de tormentas tropicales. Eso desmiente unas afirmaciones que son de índole política. Otra cosa es que usted crea en los políticos. Allá usted...
-«Estado de miedo»... ¿El miedo paraliza la libertad? ¿Sirve por igual a Bush y al ecologismo radical?
-El miedo sirve al poder. El miedo es subjetivo, nos hace dóciles.
-Vivimos en la sociedad del conocimiento pero... ¿No tenemos el mismo miedo que en la Edad Media, aunque con otros motivos?
-Es una paradoja: gozamos de más seguridad, mayor esperanza de vida y menor mortalidad, pero cada vez tenemos más miedo. No sé. Tal vez cuando la gente moría con 25 años era feliz...
-Nos encontramos con un techno-thriller marca de la casa, pero trufado de opiniones personales y una exhaustiva bibliografía. ¿No tiene algo de novela de tesis?
-Normalmente, en una novela los personajes dicen lo que dicen y dejas que el lector decida si le convence o no. Cuando escribía «Estado de miedo» mantuve suficientes debates para entender que casi todo el mundo adopta una cierta actitud hacia el medio ambiente, pero sin conocimientos sólidos. Se oponen al calentamiento global, pero nadie lo define; simplemente, se declaran contrarios. Existe una gran desinformación y los lectores no pueden saber qué personaje dice la verdad, por eso añado notas y gráficos.
-Sus críticos le tachan de escribir al dictado de los «neocon»...
-Me enviaron correos electrónicos sobre cómo planeaban atacarme: diciéndo eso, que soy «neocon». Al leerlos pensaba: ¡Son más imbéciles de lo que había imaginado! Es absurdo: en Hollywood me han pedido libros y nunca lo he hecho. Si no escribo el libro que desea Steven Spielberg... ¡Para qué voy a escribirlo para los «neocon»!
-Recojo una frase de su novela: «Si hay algo peor que un liberal en limusina, es un ecologista en un Gulfstream». ¿El ecologismo es «stablishment», un poder fáctico más?
-En efecto, pero muy contaminante porque no van a dejar de viajar en avión privado. Se reúnen en Aspen, Colorado, para hablar de la pobreza mundial. A lo mejor podrían hacer una donación con el coste de su combustible. ¡Es pura hipocresía!
-Usted posee una formación científica. ¿Cómo ha reaccionado el mundo de la ciencia ante su novela?
-He perdido algunos amigos. Ya me ocurrió con «Sol naciente»; siempre provoca sorpresa que un reino privado sea invadido por una novela que suscita debate público a gran escala. Porque muchas personas van a leer este libro... Tenemos un largo historial de novelas que abordan aspectos sociales: Zola, Upton Sinclair...
-Usted confía más en la ciencia que en la fe...
-En lo referido al clima, lo que está claro es que en cien años la temperatura ha aumentado medio grado. ¡No veo ninguna razón para estar preocupados! La preocupación se refiere al futuro. Y los modelos informáticos no pueden ser verificados. Si te crees esas predicciones estás realizando un acto de fe. Y eso no es Ciencia, sino Religión...
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