Libreros y editores prevén un Sant Jordi histórico con ventas similares a las de antes de la pandemia

En 2019, último año antes de la irrupción del coronavirus, la jornada facturó 22,16 millones de euros y despachó 1,64 millones de ejemplares vendidos. El año pasado, con la diada aún a medio gas, ya se bordeó el millón de libros vendidos, por lo que el sector confía en que esta sea el Sant Jordi de la plena recuperación. «El año pasado teníamos una previsión de facturar el 60% de 2019 y al final hicimos el 75%, así que este año creemos que podemos igualar las cifras de antes de antes de pandemia», concreta Tixis.

«Hay muchas ganas de recuperar Sant Jordi y de echarse a la calle», destaca la presidenta del Gremio de Libreros, M. Carmen Ferrer. Para que nada falle, se ha previsto una diada especial que, solo en Barcelona, se traducirá en 300 puestos de venta, 170 con firmas de autores y 103 frente a las librerías. «Si los pusiéramos todos en fila sumarían 4 kilómetros, más que cualquier otro año», apunta Marià Marin, secretario técnico del Gremio de Libreros.

Pero no sólo no estarán en fila, sino que Sant Jordi sigue deslocalizándose para cubrir casi toda la capital catalana. El eje central será el Paseo de Gràcia, donde se habilitará una supermanzana literaria que se extenderá desde Diagonal a plaza Cataluña, pero la diada tendrá otra docena de espacios satélite en Ciutat Vella, Gràcia, Les Corts, Poble Nou, Sant Andreu y Sarrià. «Una gran diada nos espera. Cuando uno recupera la normalidad redescubre lo que había perdido», celebra el teniente de alcalde de Cultura del Ayuntamiento, Jordi Martí.

«En Sant Jordi se vende de todo y para todos», recuerda Tixis, para quien es importante, una vez más, relativizar la importancia de la lista de los más vendidos. «Los diez más vendidos en Sant Jordi apenas representan un 5% del total», destaca. «Volvemos al 2019, y eso quiere decir que la gente puede entrar en las librerías y volver a tocar los libros», añade Ferrer.