Juan Gómez-Jurado
Décimo en Eurovisión
Si buscan Jose María Guzman en Spotify verán que ni siquiera tiene página propia, ahora sé que no la quiere y eso me hace sentir mejor
Jose María Guzmán llevaba ya cinco años estudiando música, cuando, a los 19 consigue su primer éxito. Su disco 'Solera', junto con Rodrigo García, contiene al menos dos canciones inolvidables: Linda Prima y Señora Azúl (dicen que una crítica a los 40 principales y a ... su manera de enfocar el mercado musical).
Alentado por el éxito deciden ampliar el dúo a cuarteto y crear Cánovas, Rodrigo, Adolfo y Guzmán, CRAG. Salen de ahí temas como el Sólo pienso en ti que haría famoso Miguél Bosé o María y Amaranta la primera canción lésbica, no camuflada en una copla que recuerdo haber escuchado.
Tras un intento en solitario llamado 'El país de la luz' afronta los 80 creando Cadillac, cuatro discos y temas corales como Pensando en ti, Llegas de madrugada o la mejor versión jamás hecha del I'm a Believer de The Monkees.
Con el cuarto disco, 'Funkyjazz', llega la autotraición. Aquello que criticaba en Señora Azúl, la tendencia a tratar de gustar a las masas, a darles lo que piden sodomizando tu estilo personal y lo que, de manera natural, te apetece contar. Los que seguíamos a Cadillac no supimos qué hacer con canciones como Arturo o Amiga Digital, llenas de sintetizadores donde antes había habido coros, melodía y guitarras no muy afinadas pero hermosamente eficaces.
La primera fase de la traición fue rentable. Al año siguiente fueron elegidos para representar a Eurovisión con el tema Valentino y quedaron décimos lo que, vista nuestra trayectoria, se consideró un resultado más que digno. Ignoro si recuerdan la canción, pero si lo hacen, estoy convencido de que lo hacen con horror.
Guzmán o el éxito, o su conciencia, o su amor a la música, rompió el grupo y se dedicó a ser un obrero de la música, como Los Curris de Los Fraggel, coros, participación en musicales como 'Godspell' o 'We Will rock you' y cantando las bandas sonoras de películas de Disney como 'Enredados' o 'Vaiana'.
Un día, hace muy poco, se presentó, con 66 años a uno de esos 'talent' televisivos en los que tenía de maestros a muchos que debían ser sus alumnos. Sólo alguna de esas estrellas de la canción que se camuflan en fenómenos mediáticos (o al revés, yo ya no sé) conocía su carrera musical, no por culpa suya sino del olvido de la obra de Guzmán y de su juventud. Yo, que por casualidad vi el vídeo en algún tuit, sentí al principio un estremecimiento al ver cómo le trataban más como a un extravagante sesentón que como a alguien que llevaba toda la vida en el andamio de la música.
Luego le escuché decir que ya había estado en la planta noble, que no le gustó y que decidió ponerse el mono para seguir trabajando, le entendí y se me pasó el enfado.
Si buscan Jose María Guzman en Spotify verán que ni siquiera tiene página propia, ahora sé que no la quiere y eso me hace sentir mejor.