García Márquez: «Yo a quien quiero ver es al Rey»

Así era la relación entre el escritor colombiano y Juan Carlos I, según ha comentado hoy el director emérito de la Fundación Principe de Asturias, Graciano García, quien lo pudo constatar durante una recepción oficial "en la que ambos se trataban de tú y García Márquez se dirigía al rey llamándole 'jefe'".

Pero no fue la única persona que sabia de esa trato tan peculiar entre el escritor colombiano y el Rey. En el IV Congreso Internacional de la Lengua Española, en 2007, el entonces director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha, actual responsable del Instituto Cervantes de España, desveló, con el permiso del Rey, una anécdota que demostraba esa cercanía entre Don Juan Carlos y García Márquez.

La anécdota tuvo lugar en 2006 en Barcelona, cuando García de la Concha visitó al escritor para explicarle la intención de publicar la edición conmemorativa de "Cien años de soledad" y García Márquez no hacía nada más que decirle: "sí, pero yo a quien quiero ver es al Rey".

García de la Concha insistía en convencerle de la conveniencia de publicar esa edición y le ponía como ejemplo la del Quijote, que publicaron en 2005 las Academias de la Lengua española y que constituyó todo un éxito.

"Te he traído la (edición) del Quijote, ves qué hermosa es; es popular, pero noble y se vende a un precio muy económico, y de los dos millones y pico entonces vendidos han ido casi todos a parar a manos de los jóvenes", le decía De la Concha al escritor, a lo que García Márquez contestaba: "sí, pero yo quiero ver al Rey".

Ante la insistencia, el académico llamó al jefe de la casa del Rey y, así, el autor de "El coronel no tiene quien le escriba" fue a visitar al monarca. Días más tarde, García de la Concha le preguntó a don Juan Carlos sobre cómo fue la visita de García Márquez, y su majestad le comentó: "muy sencilla", me dijo "Tú, rey, lo que tienes que hacer es venir a Cartagena" de Indias.

La anécdota la escucharon las numerosas personalidades que asistieron a ese Congreso, entre ellas el propio Gabo y el Rey de España, quien describió al escritor como figura "insigne" en la literatura castellana, como esa pluma en la que "lo difícil se hizo sencillo". García Márquez agradeció esas palabras, a las que respondió entre aplausos: "Ni en el más delirante de mis sueños, en los días en que escribía 'Cien años de soledad', llegué a imaginar que podría asistir a este acto".

Y nunca lo llegó a imaginar, según contó, porque nunca hizo otra cosa en su vida que escribir historias para "hacer más feliz la vida a un lector inexistente", sin más "arsenal" que dos dedos y 28 letras del alfabeto.