Blasco Ibáñez, turista accidental y occidental

Cuando en 1923 Vicente Blasco Ibáñez llegó a Cipango, el país ya era conocido como Japón, pero en gran medida seguía siendo un gran desconocido para la sociedad occidental. Blasco Ibáñez , que redactaba su « Vuelta al mundo de un novelista », se encontró un país devastado por un terrible terremoto, pero sus dotes de observación y su facilidad para llegar a los vericuetos de la sociedad le hicieron hacerse una buena idea de aquella tierra, que plasmó en este libro. En él, contó animadamente su historia, describió el ancestral y poderosísimo influjo de sus inveteradas tradiciones, pero un país que también quería irse incorporando a la «modernización» europea. No falta el buen humor en estas páginas del escritor valenciano, bisturí con el sutilmente dibuja las complejidades de la complicadísima sociedad japonesa. Si el viejo y legendario Cipango está entre sus posibles destinos para este verano, bien puede usar como guía estas deliciosas páginas de Vicente Blasco Ibáñez.