Astérix capitanea el Festival de Angulema

Durante muchos años, el festival del cómic/tebeo de Angulema consagraba cada año nuevas tendencias, álbumes «subversivos», historietas y tiras de dibujos que «rompían» anquilosadas tradiciones.

Angulema 40 entierra piadosamente aquellos coqueteos de otras épocas rindiendo un gran homenaje a un Albert Uderzo en otro tiempo más o menos ninguneado, cuando sus dibujos de Astérix y Obélix comenzaban a convertirse en un canon tan inverosímil como admirado masivamente por un público internacional.

El premio, «consagración» y la gran retrospectiva de su obra le llegan a Uderzo cuando el creador gráfico de Astérix, ilustración de la tira creada con René Gosciny , tiene 85 años. Y está ya muy lejos del bien y del mal. Gosciny se murió en 1977, dejando a su cómplice la compleja tarea de continuar una aventura comenzada a dúo, finalmente convertida en una empresa colectiva, para bien y para mal.

La retrospectiva Uderzo del festival de Angulema pasará más tarde a la Biblioteca Nacional de Francia , que ha decidido «modernizarse» con exposiciones de este tipo, populistas y conmemorativas, que no descubren nada pero amenazan con atraer un público presuntamente cosmopolita.

Durante cuatro dias, Angulema volverá a ser la capital mundial del cómic/tebeo, presentando muchas otras cosas. Los especialistas hablan con entusiasmo de las exposiciones y nuevos albumes de otros maestros del género, como Jean-Claude Denis , Didier Comés, Brecht Evens, Bastian Vivés , Chester Brown, Anders Nielsen, Jean-Pierre Dionnet , Laurent Maffre, entre otros, sin olvidar los grandes éxitos de ventas de los últimos meses, en Francia: Yves Sente y André Julliard, Zep, Philippe Francq y Jean Van Hamme, Julien Neel.

Contra viento y marea, en plena crisis, el cómic/tebeo continúa dando muestras de una vitalidad excepcional, que el festival de Angulema subraya desde diversos ángulos. Una mediana ciudad de provincias, muy alejada de los circuitos culturales parisinos, consigue defender y servir de catapulta un género en plena expansión, siempre, que comienza a cotizarse a la alza en las subasta de arte más o menos contemporáneo.