Luis Mateo Díez gana el premio Francisco Umbral por «La cabeza en llamas»

El escritor leonés ha sido galardonado por una obra en la que los sentimientos se engarzan en cada palabra

ANTONIO Astorga

Un maestro de la literatura honra a una columna vertebral del periodismo literario. El escritor y académico leonés Luis Mateo Díez , patriarca de la palabra a fuego lento, premio Nacional de Literatura, de Narrativa y de la Crítica, acaba de ser galardonado con el ... premio Francisco Umbral a la mejor novela del año - que otorga la Fundación en memoria del imborrable escritor y periodista - por «La cabeza en llamas» (Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores), una joya en la que escribir es una manera de ser en la vida. Compuesta por cuatro novelas: «La cabeza en llamas», «Luz del Amberes», «Contemplación de la desgracia» y «Vidas de insecto», el lector disfrutará de este paraíso pulso a pulso, sentimiento a sentimiento, palabra a palabra.

Sostiene Luis Mateo que la edad va conformando muchas cosas, y a veces desequilibra un poco: abres la ventana, miras hacia atrás y ves niebla; abres la ventana, miras hacia adelante y no ves nada. «La cabeza en llamas» es una lección magistral sobre el alma. La vida como elemento de la convicción. Un reto de disconformidad, la descripción de fábulas cada vez más complejas, Luis Mateo Díez piensa en el lector imaginario -que es él mismo-, para mantenerlo en tensión y no pasarle la mano por el lomo. Cómplice convicto y confeso de sus admiradores y lectores, que son legión, y para nada conformistas, Luis Mateo Díez cuenta la vida con la mayor complejidad posible a la hora de inventarla. «El arte está fundamentalmente atado a la vida, donde esta se procrea, crece, se transforma, se metamorfosea, y nos hace ser soñadores desde el pensamiento y el sentimiento. Se trata de contar la vida para inventarla».

Coincide este galardón con el día en el que Luis Mateo Díez presenta sus «Fábulas del sentimiento» (Alfaguara), donde edifica una peculiar comedia humana, a veces equidistante del relato testimonial o del cuento filosófico, en donde los personajes, el destino de sus existencias, deben tener el poder y el relieve de las vidas verdaderas que solo la ficción es capaz de alcanzar.

La extrañeza y los secretos están casi siempre en las fábulas del genial Luis Mateo Díez: lo inesperado que adquiere la dimensión de lo extraordinario, lo que en la reserva y el sigilo resulta misterioso. En la ejemplaridad, a veces positiva y a veces negativa, de las fábulas de Luis Mateo Díez son las contradicciones del corazón humano o las razones o sinrazones que guían los actos de los personajes quienes interfieren las apreciaciones del entendimiento o de la conciencia.

El Jurado

La primera edición del premio Francisco Umbral, dotado con 12.000 euros, la ganó en 2011 Manuel Longares con «Las cuatro esquinas». El jurado de esta segunda convocatoria ha estado integrado por el exministro César Antonio Molina, la académica Carmen Iglesias, la catedrática Fanny Rubio, el poeta y director de El Norte de Castilla Carlos Aganzo; el crítico literario Santos Sanz Villanueva, los escritores y periodistas Manuel Llorente y Juan Cruz, y Fernando R. Lafuente, director de ABC Cultural.

Para Santos Sanz Villanueva, el premio es «excelente» porque se reconoce «la calidad de un texto difícilmente discutible, en un nivel superior de la creación literaria». Además, en la obra Luis Mateo Díez combina hábilmente «registros totalmente distintos», partiendo de una historia «humorística» para concluir con otra cercana al «surrealismo» en la que profundiza sobre «lo raro que es el mundo» y una de sus constantes preocupaciones: «las enfermedades del alma», buscando con ello «inquietar y desazonar» al lector.

Luis Mateo Díez gana el premio Francisco Umbral por «La cabeza en llamas»

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