Cuando Hemingway superó a Hemingway: un doble accidente de avión en África

El episodio fue narrado en una carta de su puño y letra subastada ahora por 237.000 dólares

Un Hemingway repleto de atractivos

Cuando Hemingway superó a Hemingway: un doble accidente de avión en África

06/09/2023
Actualizado a las 20:22h.

La carta la firma 'Ernie', Ernest Hemingway. Está fechada el 17 de abril de 1953, un error del novelista estadounidense, porque ya era el año 1954. El papel lleva membrete del Hotel Gritti, de Venecia, un delicioso palacio renacentista de ladrillo claro sobre el ... Gran Canal. Escribió a mano, con tinta azul, y las líneas se caen hacia la derecha. Quizá movía la pluma tumbado. Lo que se sabe es que convalecía del episodio que narraba en la misiva, ocurrido unas semanas antes en el este de África. El documento acaba de salir a subasta, con un remate extraordinario: 237.000 dólares, vendido por Nate Sanders Auctions, una firma de Los Ángeles. El precio de salida era de solo 19.250 dólares, pero una docena de pujas dispararon el valor final.

La carta es un caramelo para los coleccionistas: nos devuelve quizá al momento más peligroso de la vida de Hemingway. Eso es decir mucho para un personaje adicto al riesgo, herido como voluntario adolescente de la Cruz Roja en la Primera Guerra Mundial, presente en la Batalla del Ebro en la Guerra Civil española, testigo del desembarco aliado en Normandía en la Segunda Guerra Mundial. Tres meses antes de escribir la carta, de safari en el este de África, Hemingway sobrevivió a dos accidentes de avión consecutivos.

La historia demuestra que la ficción del novelista se quedaba muchas veces muy lejos de su realidad. Hemingway era a comienzos de 1954 un escritor venerado -unos meses después recibiría el Nobel de Literatura- y dedicado a uno de los vicios que cultivó desde su juventud en el Medio Oeste de EE.UU., la caza. Viajó a África con su cuarta esposa, Mary Welsh, y con la excusa y el apoyo económico de escribir reportajes para la revista 'Look'.

El escritor contrató un avión Cessna para sobrevolar las cascadas Murchison, en Uganda. Según una biografía de Andrew Farah escrita en 2017, el piloto trató de evitar una bandada de pájaros e impactó contra un cable telegráfico. El avión se estrelló en una orilla del Nilo, pero el escritor, su mujer y el piloto sobrevivieron. Welsh se rompió dos costillas y Hemingway se lastimó el hombro. Magullados y sin asistencia, hicieron noche allí hasta que al día siguiente lograron llamar la atención de un barco que les rescató y trasladó hasta el pueblo más cercano.

Hubo periódicos que dieron a la pareja por muerta, ya que su Cessna no llegó al punto de carga de combustible acordado. Hemingway contrató un segundo avión para salir de allí y aquello casi acabó en tragedia: la nave se fue contra el suelo poco después de despegar y salió ardiendo. El piloto logró sacar a Welsh por la ventanilla. Hemingway, demasiado grueso para ello, abrió la puerta a cabezazos.

Hemingway explica en la carta, enviada a su abogado, Alfred Rice, que sufrió quemaduras de tercer grado -«hasta el hueso»- pero que la peor parte iba dentro de su cuerpo: «El riñón derecho está rasgado, el hígado y el bazo dañados», asegura y dice que le preocupa Welsh, que «sufrió un gran shock y su memoria no está del todo bien».

Pese a los accidentes y el sufrimiento, se siente a un Hemingway de buen tono. Le pide dinero a su abogado, resuelve asuntos burocráticos, protesta por la mala calidad de los rifles que le mandó Abercrombie & Fitch, dice que le va a tratar el «mejor doctor de Europa para esto» y anuncia que irá a Madrid «en cuanto pueda».

Y deja notas de humor, como cuando escribe «estoy siendo un buen chico y tratando de descansar» y, sobre el dinero que le exigen acreedores, «soy más valioso para ellos vivo que muerto y en este momento estoy tratando de seguir vivo y poniéndome bien para producir».

El accidente, sin embargo, pudo dejar secuelas fatales. Según Farah, sus cabezazos contra la puerta del avión le produjeron una fractura craneal y conmociones cerebrales. Su teoría es que Hemingway acabó sufriendo la encefalopatía traumática crónica, una dolencia compartida por muchos jugadores de fútbol americano y a la que se responsabiliza de una ola de suicidios. Tras el incidente, Hemingway perdió memoria y sufría dolores de cabeza recurrentes. Siete años después del doble accidente en África, se pegó un tiro en Ketchum, Idaho.