Flavita Banana: «Somos amantes del papel, pero lo digital se impone como un paso más en nuestra evolución»

Conocida por su humor ácido y tierno, muchas veces vinculado a ideas feministas que suele introducir mediante escenas cotidianas, Flavita Banana se ha convertido en la primera mujer en ganar el premio Mingote, que se instituyó en 1966. A continuación, reproducimos el discurso que ha pronunciado este lunes en la Casa de ABC ante la presencia de sus Majestades los Reyes.

«Hoy me gustaría centrarme en el futuro, porque bien vemos que el pasado, a nosotras, no nos ha sido muy favorable. Y el presente tampoco termina de convencerme, así en líneas generales, pese a alegrías como la que esta noche disfruto.

El futuro pasa, por ejemplo, por las nuevas tecnologías y métodos de comunicación, que son los temas que mi viñeta y el artículo de Manuel tocan.

En su caso resiste, en el mío señalo, y en el de la mayoría de la población joven, domina. Jóvenes que en estos círculos bien vemos que aún no son parte. Pero tiempo al tiempo.

El futuro implica cambios, cambios que han venido a quedarse, como vino la rueda, que probablemente tenía detractores.

Estando rodeados de redes podemos resistir, dejarnos llevar, celebrarlas o enfadarnos. Pero ya les digo, por experiencia propia, que estar enfadada, cansa.

Creo que todos aquí somos amantes del papel -yo dibujo en papel, pero no me creo mejor que nadie- pero sabemos que lo digital se impone, como un paso más en nuestra evolución.

El futuro, pues, implica cambiar, y qué hay más evolucionado que evolucionar.

Tenemos la suerte de estar viviendo años de cambio, pudiendo apreciar todos los formatos y aprendiendo de mil frentes, los pasados y presentes. Somos tremendamente privilegiados.

Mi oficio, el de viñetista, como habrán podido observar en los anales de este premio Mingote y de cualquier diario, no acostumbraba a ser desempeñado por gente como yo: aries ascendente en virgo.

Y por ello, hoy celebro.

Celebro que he crecido con internet y con el feminismo, y que de ambas cosas he aprendido a compartir, a luchar y a hacerme valer. Celebro que además del castellano y el catalán, el humor es un idioma que domino, tan mal entendido en general, pero por suerte tan apreciado en lo concreto.

Hoy y aquí estamos aprendiendo y celebrando, y así deberíamos ser recordados todos y todas.

Como cierre, me gustaría recordar que durante mis estudios superiores, en el sistema público, sobreviví, sobre todo, siendo camarera de galas, ceremonias y demás eventos de etiqueta. Es por ello que quiero dedicar este premio a toda esa gente invisible que está haciendo de hoy un día impecable: camareras, camareros y todo el personal de sala,

Muchísimas gracias.»