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Ramiro Pinilla, una guerra nunca se acaba
NARRATIVA
Quizá sea, con Fernando Aramburu, el escritor vasco de literatura en castellano más relevante. Como refleja esta obra póstuma
Otras críticas del autor
Ramiro Pinilla (Bilbao, 1923-Baracaldo, 2014)
El encuentro en el desván denominado gallinero de Walden, la casa de Ramiro Pinilla, de cuatro ejemplares del manuscrito de esta novela póstuma ha sido contado en un Epílogo que firma María Bengoa Lapatza-Gortázar, experta en su obra, que la había leído ... en 2006, ocho años antes de la muerte del autor, pero que todos creían desparecida.
La primera noticia que de esta novela se tenía la ofreció la contracubierta de ‘Primeras historias de una guerra interminable’, libro publicado en 1977. Ignoro si el sintagma «guerra interminable» que nos lleva a la serie a la que Almudena Grandes entregó los últimos años de su vida, había sido inspirado por aquel libro.
En todo caso la idea de una guerra que nunca termina es un ‘leitmotiv’ resumido en la frase «Una guerra nunca se acaba» que se repite varias veces en la novela. Junto a ese ‘leitmotiv’, y ese universo de guerras prolongadas en la estirpe de generaciones alberga otros ingredientes del estilo de Ramiro Pinilla.
NOVELA
'El hombre de la guerra'
- Autor Ramiro Pinilla
- Editorial Tusquets
- Año 2023
- Páginas 293
- Precio 19 euros
En cuanto guerra civil del 36, ‘El hombre de la guerra’ contiene elementos concordantes con en esa pequeña obra maestra sobre la culpa, que es ‘La higuera’, una de las mejores novelas cortas que fueron hijuelas de su magna obra ‘Verdes valles colinas rojas’ (2004-2005) la trilogía que resumía un siglo del valle de Getxo que fue la que hizo redescubrir a un autor que en los años sesenta, tras ganar premio Nadal y ser finalista del Planeta, se había escondido en aventuras de una militancia editorial marginal. Y mira por dónde quizá sea, con Fernando Aramburu, el escritor vasco de literatura en castellano que vaya a quedar para la Historia de la literatura.
Secretos familiares
Para entender bien ‘El hombre la guerra’ hay que situarla en el cruce con otro dato: a Ramiro Pinilla le gustaba mucho el género de novela policiaca al que entregó su inspiración en tres historias publicadas a partir de 2009. Porque ‘El hombre de la guerra’ descansa sobre temas sobre los que se vuelve una y otra vez, en especial el de los secretos familiares, que una guerra, sea perdida o sea ganada, genera para hijos y nietos. Lo que por conveniencia, prudencia o miedo se ha ocultado a los descendientes, y que reposa en el caso de esta novela de Ramiro Pinilla en la casona con prado contiguo, cercana al mar de Getxo, donde dos hermanas han ocultado un secreto que necesita ser desvelado cuando la muerte de tía Leonor, la más pequeña, precipita un grito de auxilio al sobrino Urko Pinaga que actúa de narrador de la novela y que coincide ser uno de los niños que marcharon a Inglaterra en la diáspora de aquella contienda.
Un escritor tiene un estilo cuando siempre reconoces las atmósferas que lo nutren
Aunque a nadie se le oculta que esta ausencia es demasiado dilatada y no parece colaborar con la verosimilitud de la trama, funciona como unión entre el mundo de la memoria familiar y la investigación del hecho criminal al ser fundidos en la persona de los dos descendientes, el narrador y su prima Regina.
Las primeras cien páginas de esta novela son sencillamente magistrales, luego prolonga quizá demasiado la búsqueda, que se cierra en una parte final asimismo estupenda. Un escritor tiene un estilo cuando siempre reconoces las atmósferas que lo nutren, la memoria, la fidelidad al terruño, los secretos familiares. Ese mundo peculiar de Pinilla que su novela póstuma vuelve a regalarnos.