José Luis Garci: «No estoy entre mis directores favoritos»

Garci reconoce que es «muy difícil» que vuelva a dirigir una película, porque «hay gente más joven y con más posibilidades», porque «seguir trabajando es muy difícil por esta tremenda crisis» y porque considera que éste no es «su tiempo. Me gustaría retirarme con un programa dedicado al cine mudo». E incluso tiene título para ese proyecto: «Silencio en la noche». Para él, «el cine es el primer arte del siglo XX». Algunas películas, dice, «deberían estar en el Prado o el Reina Sofía».

El director se lamenta de que ahora las salas tengan «pequeñas pantallas», ante las que se sientan los espectadores comiendo patatas o palomitas que pagan «sin que quienes realizan las películas obtengan un beneficio de ello». Por eso, Garci comprende que el público no acuda en masa a las salas como cuando el cine era un «artículo de primera necesidad» y prefiera «verlo en casa, en magníficas pantallas», como reconoce que hace él. Eso sí, Garci no duda en apuntar que «bajarse» las películas de internet «es un robo».

«Si hubiera nacido diez años más tarde me hubiera dedicado al fútbol», confiesa. Y es precisamente de fútbol sobre lo que versará su próximo libro, «un batiburrillo de recuerdos» en el que hablará de Pelé y Di Stefano, entre otros, y que se titulará «Soccer days». Le han quedado películas por hacer, como «Fortunata y Jacinta», de Galdos; «Sinuhé el egipcio», de Waltari; o «El hereje», de Delibes.

Luis Alberto de Cuenca , encargado de hacer la laudatio de Garci, hizo un repaso de los títulos del cineasta madrileño. Piensa que sus 18 películas le sitúan en «la cumbre de la cinematografía». Y añade que José Luis Garci, junto con Luis Buñuel y Luis García Berlanga, son «tres luises que forman la triada capitolina del cine español».