«Los actores iban de juerga y seguían el rodaje al día siguiente sin dormir»

Tras las cámaras están Jon Lucas y Scott Moore, dos debutantes que triunfaron en Hollywood con su guión del «Resacón». Estamos en un restaurante de Sunset Strip en Los Ángeles, donde grabaron una escena muy divertida, mientras disfrutan de un indiscreto Bloody Mary: «La ocasión la requiere», dice entre carcajadas Lucas. En realidad, para ellos ha sido todo un reto rodar su primer filme donde el alcohol, las fiestas, el humor y la comedia física se conjugan con el esfuerzo que pusieron los protagonistas: «No tuve la suerte de contar con ningún doble, así que tuve que dejar que me tiraran por donde querían. Debo confesar que llegó a dolerme, pero no me quejo. Fue un rodaje muy divertido» asegura Chon.

«No tuve la suerte de contar con ningún doble»Basándonos en lo que hemos visto en pantalla, la energía física que necesitaron dar los actores venía exigida no solo por el guión sino también por parte de los directores: «Su seguridad era nuestra prioridad. Partiendo de esa base el resto necesitó de un consenso por parte de todos, para que no hubiera accidentes. Creo que ellos se divirtieron. Queríamos que se lo pasaran bien, que el público lo pasara bien», explica Lucas, a quien le toma la palabra Moore. «Son jóvenes, con una gran constitución física, capaces de rodar las escenas que les pedíamos. Todos tienen menos de 25 años, solo Jon terminaba de grabar y decía ‘me voy, estoy agotado’, pero los demás se iban de juerga y seguían al día siguiente sin dormir, con ocho horas de marcha en el cuerpo».

Cuando le pregunto si bebieron mucho alcohol a la hora de escribirlo contesta divertido «sí, hubo algo, pero hemos intentado estar sobrios el resto del tiempo. Escribir con dos copas es sensacional porque te animas y piensas ‘soy buenísimo’, pero en realidad cuando lo leíamos al día siguiente teníamos que borrar casi todo».