Star Trek, regreso al pasado
La franquicia vuelve este viernes a los cines con un nuevo filme dirigido por J. J. Abrams, «Star Trek: en la oscuridad»
DAVID MARTOS
Cuando Gene Roddenberry se planteó el argumento de la serie original de «Star Trek» allá por los años sesenta, tenía la intención de componer un western intergaláctico. Quería que cada capítulo constara de dos niveles: uno puramente dramático, plagado de aventuras protagonizadas por los personajes; ... el otro, con una lectura moral sobre la situación política y social de Estados Unidos, desde la Guerra de Vietnam al despertar de los derechos civiles. Y lo consiguió. Lo que no sospechaba este director y productor era que su criatura viviría más de medio siglo, que influiría radicalmente en el género de la ciencia-ficción y que resultaría clave para la concepción de objetos que hoy nos parecen cotidianos.
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La franquicia que enloquece a miles de fans en el mundo ha pasado por todo tipo de formatos. Si repasamos su historia encontraremos aquella mítica serie clásica de la NBC -la que nos presentó a Leonard Nimoy como el Sr. Spock entre 1966 y 1969-, otras series de acción real, las de dibujos animados, los videojuegos, los juegos de rol... Pero también recordaremos cómo en 1979, al calor del éxito de «La guerra de las galaxias», la nave Enterprise llegó al cine. Se han estrenado ya doce películas en distintos planos temporales, que culminan este 2013 con el lanzamiento de «Star Trek: en la oscuridad», la segunda entrega para la gran pantalla firmada por J. J. Abrams, creador de la serie «Perdidos» y, curiosamente, director del próximo Episodio VII de «Star Wars».
Para principiantes
Para los no iniciados, «Star Trek» cuenta los avatares de la nave Enterprise, el buque insignia de la Flota Estelar de la Federación Unida de Planetas [algo así como una ONU hiperfuturista]. Las series y películas han atravesado dos etapas emblemáticas: una marcada por el capitán Kirk y Spock; la otra, por el capitán Jean-Luc Picard y Worf, originario del planeta Klingon. Abrams, tras el declive de la serie en los años 90, se hizo cargo hace un lustro de un proyecto de renovación que iba pasando de mano en mano. Decidió contar la historia de los protagonistas desde su juventud y en una línea temporal alternativa a la original. Así nació la película «Star Trek» en el año 2009.
En su secuela de 2013, «Star Trek: en la oscuridad» repiten su papel los actores principales: Chris Pine (capitán Kirk), Zachary Quinto (Sr. Spock), Karl Urban (Bones) y Zoe Saldaña (Nyota Uhura). Como incorporación estelar encontramos a Benedict Cumberbatch -el protagonista de la última revisión de Sherlock Holmes-, que da vida al villano John Harrison, un exagente de la Flota Estelar. Para conocer a fondo la saga hay que saber también que los seguidores de «Star Trek» se denominan «trekkies». Según Sergio Toboso, vicepresidente del Club Star Trek España, «al principio el término tenía connotaciones negativas, pues definía al aficionado más radical, aquellos que se disfrazaban y lo vivían todo de forma muy exagerada». Hoy ya no es despectivo.
Influencia de la franquicia
Los espectadores recibieron con entusiasmo en la taquilla el desembarco de Abrams en la marca. Desde el viernes podremos determinar si la secuela sigue teniendo interés, y cómo les sienta a los fans que el rescatador de sus personajes se vaya a hacer cargo también de la revitalización de «La guerra de las galaxias» cuyos admiradores están radicalmente enfrentados a los de «Star Trek».
Siempre es difícil determinar cuál ha sido la influencia de un producto de ficción en la vida cotidiana, pero «Star Trek» llevó hasta la pantalla muchos objetos que después hemos visto reproducidos en nuestros hogares. Es el caso del ordenador personal. A finales de los sesenta, las computadoras eran gigantescas y en la serie ya podíamos ver cómo los personajes manejaban sus pequeños portátiles. O cómo transferían información de una máquina a otra en una especie de discos duros portátiles, o cómo usaban puertas automáticas, o cómo se comunicaban por interfonos inalámbricos, o cómo utilizaban una especie de teléfonos móviles que les ponían en contacto con solo decir un nombre ante la pantalla.
Como decíamos antes, la intención del creador era utilizar la serie original para hablar de problemas sociales reales. La actriz de color Nichelle Nichols, la primera Uhura de Star Trek, quiso dejar el proyecto en la segunda temporada, pero Martin Luther King la convenció de que se quedara. Su presencia en la pantalla hacía mucho por la visibilidad de los negros en una etapa crucial de Estados Unidos. Las orejas puntiagudas de Spock han protagonizado decenas de sketches y viñetas durante décadas, por ejemplo en «Los Simpson» o «Futurama». Para acabar, un dato curioso. Parte de las cenizas de Gene Roddenberry han sido ya esparcidas por el espacio.
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