José Coronado: «No quiero ir a Hollywood, que no me saquen de mi país»
El actor estrena este miércoles su nueva película, «Los últimos días», un thriller apocalíptico
José Coronado: «No quiero ir a Hollywood, que no me saquen de mi país»
Hace apenas un mes, José Coronado le entregó a Maribel Verdú el Goya a la Mejor Actriz tras un apasionado beso. Sus carreras son muy paralelas, ambos se han apoyado en la televisión y la publicidad para forjar una sólida trayectoria en el cine. Tras ... ganar su propia estatuilla con «No habrá paz para los malvados» , Coronado regresa a la gran pantalla con el thriller apocalíptico «Los últimos días» , protagonizado por Quim Gutiérrez y dirigido por los hermanos David y Álex Pastor . Su personaje, Enrique, se ve obligado a recorrer los subterráneos de una Barcelona asolada por una epidemia de algo muy parecido a la agorafobia.
-¿Qué mensaje transmite «Los últimos días» a los que creen que un cine así no se puede hacer en España?
-Esta película es de un género que aquí no se ha hecho, por lo menos con esta calidad. Los hermanos Pastor han sabido fusionar el ritmo americano con el cine europeo, apelando a la emoción y a los sentimientos, y la mezcla de las dos cosas hace que sea una película muy potente, con una factura increíble.
-¿Cuánto hay de real en esa Barcelona apocalíptica que veremos en los cines?
-No había prácticamente decorados, era todo real y muy difícil de fotografiar y de iluminar, porque claro, es una película que transcurre básicamente en subterráneos. Han hecho un trabajo espectacular, en ningún momento tuve sensación de claustrofobia o de negrura.
-Suponemos que fue un rodaje físicamente exigente...
-Muy exigente, nos tiramos un mes y medio corriendo desde las seis de la mañana, porque los hermanos Pastor... hasta que no tienen el plano no te dejan. Había que correr mucho, había que saltar mucho... Fue un rodaje físico, pero a mí me gusta, e incluso muchas veces tengo problemas con los productores. Yo no quiero que me doblen absolutamente nada. Yo digo en broma que me hice actor porque te pagan mejor, pero... que es el mundo del especialista el que a mí me gusta.
-¿Dónde está el límite físico para José Coronado?
«Oigo el clic, y me convierto en el hombre más osado de la Tierra»
-Pues no lo hay. Yo tengo un problema tremendo, y es que cuando oigo la palabra acción me salta un clic y me hace ser el hombre más temerario y osado que existe en el planeta Tierra.
-Después de tanto protagonista, ¿no le pide el cuerpo un secundario?
-A mí el cuerpo me pide hacer lo que tengo entre manos. Soy un actor privilegiado por todo lo que trabajo. Me gusta potenciar el oficio de actor, levantarme prontito por las mañanas, ponerme el casco y hacer lo que me toca cada día. Y así me va bien.
-Suena frío y mecánico...
-Es la verdad...
-Sí, pero... ¿no hay un resquicio para los sueños?
«No juego a la lotería, porque me parecería abusar de mi suerte»
-Es que la profesión me ha dado ya tantos personajes... y veo cómo está el resto de actores... Yo no me puedo quejar ni puedo desear más. Yo no juego a la lotería porque me parecería abusar de mi suerte, de lo que me ha tocado en la vida. Lo que intento es hacer lo que me toque, elegir con mi representante los personajes que me ofrecen e ilusionarme con ellos.
-¿Ejerce una cierta responsabilidad social a la hora de embarcarse en proyectos de directores noveles?
-Claro, es lo que yo puedo aportar, sé para lo que estoy. Muchas veces esos directores noveles te tratan con un amor y te dan una libertad a la hora de trabajar... Tú puedes sugerir, puedes sacar los 26 años que llevas de carrera y contribuir no solo en la parte actoral, sino en hablar con el director del plano, de cómo lo va a montar, del objetivo que va a utilizar.
-¿Su incursión en la dirección se limita a esto o lo veremos detrás de la cámara?
-Bueno, yo espero que sí, que se me vea, pero es un poco como el golf, ¿no? Siempre digo... que ya tendré tiempo de jugar. Ahora yodavía se me permite montar a caballo a todo galope, y además es lo que sé hacer de verdad.
-Suena un poco como el futbolista que quiere agotar su carrera antes de ser entrenador...
-¿Por qué no? Sin duda. Pero vamos, es que ahora a mí me están ofreciendo personajes maravillosos, y además ya sé cómo se manejan las herramientas de la interpretación. Dirigir una película es año y medio, y en dos años yo me he hecho cuatro películas, dos obras de teatro y una serie de televisión. Eso me permite una estabilidad económica y poder sentar las bases para un día poder decir... «venga, ahora acometo esta gran empresa que es dirigir».
-¿Cómo respira el mundo de los actores en cuanto a la crisis?
«No somos privilegiados, solo el diez por ciento de la profesión vive dignamente»
-Yo desde que empecé... ya veía que el cine español estaba en la UCI. Y sin embargo siempre resurgimos de nuestras cenizas. Ahora hay momentos terribles, y me da rabia cuando a los actores se nos ve como a seres privilegiados. Yo cobro la mitad de lo que cobraba antes, porque estamos en una situación de crisis, ¡y tengo la suerte de cobrar la mitad de lo que cobraba antes! Hay muchos que ni siquiera trabajan. Te da mucha rabia cuando nos tachan de seres privilegiados, cuando solo un diez por ciento de la profesión vive dignamente. El noventa por ciento lo está pasando muy mal.
-¿Se cometieron errores en la pasada gala de los Goya?
-Yo creo que la gala fue absolutamente blanca. Creo que el actor tiene derecho a hablar de la realidad que estamos viviendo. No solo derecho, creo que tiene obligación, porque la gente escucha a los actores. Y... bueno, es una estupenda actriz, pero por ejemplo yo creo que a Candela Peña se le olvidó felicitar al resto de sus compañeros, se le olvidó agradecer a la Academia el goya, se le olvidó dónde estaba y fue directamente a su realidad. Y Maribel... ¿qué dijo? ¿Que este es un país en el que los ricos están robando a los pobres? ¡Todos lo sabemos! Lo que pasa es que les hace daño que lo diga un colectivo al que la gente escucha. Cuando ha habido temas tremendos hemos dado la cara. La guerra contra Irak, ETA, hablar de la crisis...
-¿Qué tal fue el rodaje de la película en la que ha trabajado con Sharon Stone?
-Pues una maravilla. Hombre, siempre tienes el hándicap de que estás hablando en otro idioma, y eso a mí me hace disfrutar un poquito menos. Luego me hizo comprobar algo que yo ya tenía pensado. A mí que no me saquen de mi país, que yo estoy mucho más a gusto aquí. Yo puedo irme fuera a hacer picoteos... pero quiero volver, yo no me quiero ir a buscar la vida a Hollywood porque no me gusta el star system, no me gusta que te den papeles solo de chicano, no me gusta ser cola de león, prefiero ser cabeza de ratón haciendo Shakespeare o Calderón de la Barca.
-¿Cómo es su relación con la fama? Cuando la gente le saluda... ¿se queda paralizado o no le afecta?
-¿Agobio? Para nada, cero, yo no siento más que respeto y cosas bonitas. Creo que cualquiera que diga que lo lleva mal es un imbécil, porque... ya te digo, a mí me tratan con mucho respeto, no hacen más que decirme “cómo me ha gustado tu trabajo, cómo me hiciste llorar aquí, cómo me hiciste reír allá”...
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