Soledad Lorenzo, vista por ocho de sus artistas
Txomin Badiola, Pello Irazu, José Manuel Broto, Soledad Sevilla, Juan Uslé, Victoria Civera, Philipp Fröhlich y Jerónimo Elespe valoran su trabajo como galerista y su calidad humana
Txomin Badiola
«La profesionalidad, tenacidad, inteligencia, honestidad y capacidad de trabajo de Soledad están fuera de toda duda, así como su devoción al arte. Sin embargo, creo que su éxito está en buena parte basado en un estilo de hacer las cosas que ha sido absolutamente ... coherente con su extremada personalidad. Porque junto a la Soledad de las elegantes maneras, a la persona cariñosa y cercana, nos encontramos a la pragmática mujer de negocios capaz de tomar decisiones duras, de mantener las formas o de romperlas con un furor legendario. En sus relaciones con los artistas, Soledad se ha distinguido por combinar una extrema profesionalidad con una actitud que podríamos llamar de la “madre severa”: alguien que está convencida de que sabe lo que es mejor para ti y está dispuesta a persuadirte hasta le extenuación por todos los medios necesarios».
Pello Irazu
«Conocí a Soledad en septiembre de 1986, delante del espacio en obras de lo que hasta hoy ha sido su galería. Poco tiempo después nos unimos para ir de la mano en una historia por inventar. Ella me ha dado su amistad, y también la estabilidad necesaria para seguir mi camino. Hoy (diciembre de 2012) la volveré a ver delante de su espacio como si fuera la primera vez».
José Manuel Broto
«Empecé a trabajar con Soledad Lorenzo en una época en la que las galerías de arte profesionales eran una excepción. Ella, su inteligencia, su eficacia y su elegancia, han servido de modelo para que la calidad y la importancia de las galerías en España hayan mejorado enormemente desde entonces. Durante los veinticinco años que llevamos trabajando juntos, su apoyo, sus opiniones e incluso sus halagos, tan necesarios a veces, han sido esenciales para mí. Va a cerrar la galería y ya se nota su ausencia».
Soledad Sevilla
«Hemos avanzado juntas durante 25 años. Mi primera exposición en su galería fue el año que abrió. Sobre ella como mujer del arte creo que se ha dicho todo, pero la idea de futuro sin su presencia nos hace sentir nostalgia, intuimos que no todo será lo mismo. En paralelo, he compartido con ella jornadas de playa en Sitges, donde pasa las vacaciones de verano, y allí la he visto en su faceta de ama de casa: lava, plancha, hace la compra, cocina, y con el estrellato de la alta cocina de mercado. Con su gran cordialidad, pregunta si prefieres carne o pescado, mientras insiste en cuánto disfruta con esa actividad doméstica, aprovechando las vacaciones, ya que su profesión no le permite solapar ambas realidades. Gracias, me has ayudado a conocerme».
Juan Uslé
«Como galerista, Soledad ha sido “única”, posiblemente irrepetible. Ha sido una suerte y una experiencia enriquecedora trabajar con ella. Vital, intuitiva, ambiciosa, inteligente, sabedora de que en la entrega y el respeto a la “unicidad”, la individualidad de la persona con la que trabajas, es la clave de toda relación; no solo para conducir esta a un territorio fructífero y llevadero sino, además, primordial para potenciar y extraer lo mejor de cada uno y defenderlo públicamente. Lo mejor en su trabajo: la entrega, pasión, entereza y capacidad de seducción».
Victoria Civera
«Mi trabajo con ella ha coincidido con años muy fructíferos en el desarrollo de mi obra, de exigencia y dedicación. Ella siempre animando, apoyando nuevos proyectos expositivos en su espacio. Soledad siempre ha sido muy profesional, familiar y correcta. Respetando sobre todo el trabajo, más inclinada hacia la pintura, te hacía sentir “entendida”. Respecto a las cuentas, siempre fue honesta y preocupada de lo que pudieras necesitar. Dejará un vacío imposible de reemplazar. Siempre será Soledad Lorenzo. Ha hecho historia, ejemplo de galerista y amante del arte».
Philipp Fröhlich
«He tenido el inmenso privilegio de trabajar con Soledad durante los últimos seis años. En este tiempo he podido hacer tres exposiciones individuales en su galería aparte de participar en numerosas ferias de arte. Ella es tan entregada a su trabajo que eso me ha permitido dedicarme completamente a la pintura en mi estudio, sin preocupaciones. Siempre he sentido que Soledad tiene una gran sensibilidad y complicidad con sus artistas, proporcionando lo que necesitamos cada uno de forma individual. Con ella como galerista me he sentido libre y protegido en el mejor sentido posible. Soledad representa para mí el mejor modelo que uno puede imaginar como galerista».
Jerónimo Elespe
«Con los artistas Soledad ha sido impecable: nos ha protegido, motivado, exigido y acompañado. Cuando viene al estudio transmite tal ilusión y energía que, al minuto de despedirnos, es imposible no ponerse a trabajar inmediatamente. No he conocido a nadie con tanta capacidad de motivación y persuasión. En cierto modo su gran triunfo se debe al aplicar esa misma persuasión y motivación, no solo en su trato personal con los artistas, sino a toda persona que acudiera a la galería».
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