El Reina Sofía vuelve a los orígenes en su última ampliación
El museo recupera la arquitectura original de Sabatini en unos espacios de 2.000 metros cuadrados, donde exhibirá dos centenares de obras desde los 90 hasta hoy. Su presupuesto: 1,9 millones de euros
Una de las nuevas salas que recupera el Reina Sofía
Habrá que esperar hasta noviembre para ver concluida la reordenación completa de las colecciones del Reina Sofía , incluida su nueva ampliación , donde se exhibirá el arte más contemporáneo : dos centenares de obras desde los 90 hasta hoy. Tras la ... muy discutida y polémica ampliación de Jean Nouvel , el museo no había crecido. Lo hace ahora recuperando 22 salas en la planta 0 del ala sur del edificio Sabatini , lo que le permite ganar 2.000 metros cuadrados para exhibir buena parte de sus fondos. Estas salas ya fueron utilizadas para exposiciones en los años 80, cuando aún era centro de arte (pasó a ser museo nacional en 1990), dirigido por Carmen Giménez. En ellas hubo grandes muestras dedicadas a Jasper Johns, Matisse, Tàpies, Carmen Laffón, Richard Serra o las prestigiosas colecciones Phillips de Washington y Beyeler de Basilea. Pero en las últimas tres décadas estos espacios se dedicaron a almacenes de material, talleres de oficios y oficinas .
El director del Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, ayer en los nuevos espacios del museo
El proyecto, cuyo presupuesto ronda los 1,9 millones de euros (un millón procede del 1,5% cultural del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, y 439.620 euros de un convenio de colaboración entre dicho Ministerio y el Reina Sofía), ha tenido que sortear no pocos problemas desde que las obras comenzaron hace dos años. Según Manuel Borja-Villel, «a veces una ampliación es una condena». Por un lado, retrasos debidos a la pandemia y el confinamiento . Por otro, la gran nevada en Madrid con la llegada de Filomena . Además, se ha visto afectado por la crisis mundial de suministros , que ha retrasado la llegada de materiales. Por si fuera poco, hubo que demoler más de 25 muros de carga de unos dos metros de espesor sobre los que descansa todo el edificio. Y todo ello se llevó a cabo a museo abierto.
Una de las verjas del siglo XVIII que se han recuperado
Había que tener mucho cuidado con que las vibraciones no afectaran a las obras de arte de las plantas superiores. Recordemos la fragilidad del 'Guernica' , expuesto en la planta 2, y que en esos momentos había en la planta 1 una exposición de Mondrian , con importantes préstamos igualmente muy frágiles. A todo ello se sumó un problema con la UTE Frade Arquitectos-Estudio Aurora Herrera , que en diciembre de 2017 se adjudicó el concurso para la adecuación de la planta A0 de Sabatini como espacio expositivo. El motivo, la redacción de un proyecto modificado, que implicaba cambiar el contrato de servicios. Una agria polémica entre el Museo y la UTE acabó con la salida de esta última y la convocatoria de un nuevo concurso, qua ganó Fernando Pardo , arquitecto que ha finalizado la dirección de obra.
Los nuevos espacios, durante las obras
Los clásicos espacios del Reina Sofía, que recuperan la arquitectura original de Sabatini , contrastarán a buen seguro con los inquilinos que en breve los habitarán: las obras más rompedoras del museo. De ahí que sea un placer recorrer aún desnuda esta hermosa, elegante y serena arquitectura. Cuando sea o(k)upada por las obras de arte se verá alterada por el 11-S, el 15-M, movimientos feministas y anticoloniales ... No hubiera sido mala idea emular al Pompidou, cuando en 2009 rindió tributo al vacío con una exposición en la que las salas estaban desnudas, sin obras que admirar. No recogió el guante Borja-Villel ante la propuesta.
Las salas se abren a la Ronda de Atocha. Hay una nueva conexión entre los edificios Sabatini y Nouvel
El proyecto permite conectar los edificios Nouvel y Sabatini a través de una nueva planta, la 0 (hasta ahora solo era posible en las plantas 1 y 3). El objetivo, recuperar y poner en valor el patrimonio arquitectónico del edificio creado por Francesco Sabatini , de quien se conmemora este año el 300 aniversario de su nacimiento, y en el que también participaron José de Hermosilla y Juan de Villanueva (arquitecto del Prado). Así, se ha recuperado el alzado original de la fachada del edificio, se han rescatado dos verjas originales del XVIII , que se hallaban ocultas en otras zonas del edificio; se han recuperado sendas ventanas y una de las puertas originales de acceso al antiguo hospital, tapiada desde hace tres décadas. Se mantienen las bóvedas de arista, muy singulares. Para el suelo se ha utilizado un precioso mármol blanco de Macael . Las paredes lucen en un blanco impoluto. Semejan más las salas de un museo clásico que las de uno de arte moderno y contemporáneo. Con la recuperación de estos espacios - sostenibles y eficientes , con iluminación LED-, se pone en valor la plaza de Nouvel, pues las salas se abren a la Ronda de Atocha. La última sala cuenta con una gran puerta de cristal.
Los nuevos espacios del museo, durante las obras
Este edificio no siempre ha sido un museo. De hecho, nació como Hospital de San Carlos . Se inauguró en 1781 con 1.561 camas. Con los años fue demolida parte del edificio y otra la ocupa actualmente el Conservatorio. Durante un tiempo solo estuvo habitado por gatos. Se salvó de milagro (estaba proyectado construir un rascacielos), gracias a que en 1977 fue declarado monumento histórico artístico. Fue adquirido por el Ministerio de Cultura. En 1986 y el 1990 se llevaron a cabo sendas reformas.