El Museo Thyssen venderá preservativos

Es lo bueno del periodismo. Nunca acabas de sorprenderte. Lo que en principio iba a ser una comida informal de la prensa con el director artístico del Thyssen, Guillermo Solana, para hablar de la próxima exposición del museo, «Lágrimas de Eros», se convirtió en una animada y jugosa charla de los periodistas con la baronesa Thyssen, que llegó por sorpresa. Apareció radiante. Que trajera una revista del corazón bajo el brazo y no «FMR» nos dio ya alguna pista de que se iba a hablar menos de arte que de otros asuntos más mundanos. Estuvo sembrada, ocurrente, simpática, divertida, genial. Habló de todo y de todos, aunque Solana le echó más de un capote recurriendo al off the record para que ciertas (y ésas sí que eran jugosas) declaraciones quedasen en aquella mesa para siempre. La comida dio mucho de sí. No sólo habló Carmen Thyssen de arte, sino de muchos temas personales y de actualidad. La baronesa está dispuesta a ser, más que nunca, el mejor reclamo del museo. Porque ella lo vale...
Preservativos en el museo
La baronesa ha dado el visto bueno a que, con motivo de la muestra «Lágrimas de Eros», se vendan en la tienda del museo preservativos ilustrados con algunas de las obras presentes en la exposición. Tiene previsto hablar con Durex sobre el proyecto. «Tendremos hijos de Monet, de Gauguin...», bromeaba Carmen Thyssen. No sabemos qué pensarán los de Durex sobre una publicidad tan poco favorable: la escasa resistencia profiláctica. En cuanto a qué dirá la Iglesia acerca de esta decisión, dijo: «Soy creyente y católica y voy a Misa. Pero hay que salvar a la juventud, no podemos cerrar los ojos».
La píldora poscoital
De los preservativos la conversación pasó al tema de la píldora del día después. La baronesa se mostró en total desacuerdo: «Es muy peligrosa; con tan sólo unas pastillas se destroza la matriz de las niñas».
Discriminación positiva
Ya metidos en faena, le preguntamos qué piensa de la discriminación positiva de las mujeres en el cine. «No se nos debe favorecer por el mero hecho de ser mujeres».
Francesca de Habsburgo
Su relación con la hija del barón, dice, es de amor-odio: «Un día me da besos y otro me pone verde». Incluso recuerda que le dijo: «Eres la mejor madrastra que he tenido». Eso es tirar con bala... Advierte que la relación de Francesca con su padre no era nada cordial: «Dejó claro que era Habsburgo y no quería ser Thyssen para nada. Nunca quiso a su padre».
Las otras mujeres del barón
Tampoco se salvaron del aquelarre las ex mujeres del barón: «Nunca le han querido. Siempre han visto un dólar en su cara y nada más. Heini ha sido víctima de las mujeres de su vida».
Su hijo, Borja...
«Jamás he tenido problemas con mi hijo -comenta-. Se han dicho cosas infames. Jamás hubiera hecho una tontería igual (en relación a los rumores de que su hijo podría ser en realidad el padre de sus mellizas). Nunca le perjudicaría. Se metieron amistades de por medio, utilizaron mi nombre... Jamás haré daño a mi hijo, ni él tampoco a mí. Son cosas de juventud. Es un chico. Tiene 29 años. Yo también se las hice pasar mal a mi madre». Comenta la baronesa que Borja «fue el único hijo al que quiso el barón como tal. Estuvo con él desde que tenía unos meses. Borja está superpreparado en el mundo del arte. Ha vivido siempre empapado en arte. Conoce muy bien la colección Thyssen. Es capitán de barco, comandante de helicóptero...» Anuncia que en el futuro entrará en el Patronato del museo: «Quiero que esté en la Fundación».
...y sus mellizas
También quiere educar a las pequeñas en el mundo del arte. De momento, tienen profesora de inglés.
El Defensor del Menor
Imposible no preguntarle por el asunto del Defensor del Menor, Belén Esteban y el hecho de que ella salga en portadas de revistas con sus hijas y el rostro de éstas sin pixelar: «Yo las saco educadamente. Soy conocida y no tengo por qué ocultar a las niñas. Prefiero sacarlas como son y no distorsionadas en fotos hechas por gente en la calle con un móvil. No quiero ocultarlas al mundo».
Un libro sobre su vida
Adelantó la baronesa que tiene en marcha un libro en el que contará su vida y la del barón. Aún no tiene título ni editorial (no les faltará, sin duda), pues ni siquiera se ha terminado. Lo escribirán a seis manos la baronesa, Guillermo Solana y una tercera persona cuyo nombre no quiso desvelar. Serán unas memorias, como las que publicó en «Hola», pero ampliadas con mucho material inédito. Se incluirán unas conversaciones del barón en 1983 con el director de «Paris Match» que iban a ser el germen de un libro que nunca vio la luz.
Su colección de arte...
El 12 de febrero de 2011 vence el plazo de la cesión gratuita que hizo por 11 años de 380 obras de su colección (hay en torno a 250 expuestas). Dice que una aseguradora ha calculado su valor entre 600 y 800 millones de euros. «Mi intención no es vender mi colección al Estado español, sino alquilarla a 25 ó 30 años. Podría ser con derecho a compra si mis herederos quieren en el futuro». ¿Y si no están cualificados en arte sus herederos?, le preguntan. «Me has dado una idea -dice la baronesa-, voy a poner una cláusula en mi testamento: mis herederos deben saber de arte». Garrigues Walker y Jaime Rotondo son sus abogados. La idea es crear una red de Museos Thyssen (similar al Guggenheim) con el centro de Madrid y los futuros de Málaga y Sant Feliú de Guíxols, adonde irá a parar la pintura catalana que ahora está en el MNAC. ¿Se han descartado los proyectos de Sevilla y Nuevo Baztán? «No puedo estar en todos sitios, como la Coca-Cola». Le recordamos que Francesca dijo en su día que la baronesa debía refinar su colección. «Ella no la ha visto. No le doy valor a sus críticas. No entiende de ese tipo de arte».
... la de Francesca
«Para hacer en el museo la exposición que quería Francesca Thyssen, bueno Francesca de Habsburgo, había que vaciar las salas de obras buenísimas para poner arte de peor calidad. Quería exhibir unas televisiones viejas y grandes con mucho polvo, que no se podía quitar porque si no, no valían. Quería poner cosas que eran desconocidas para nosotros». ¿Se expondrá al final su colección en el Thyssen? Si en el futuro nos trae mejores propuestas...
Su última compra...
«Un iturrino, por el que pagué bastante. Subió mucho la puja porque también lo quería la familia del pintor».
Gallardón
Le recordamos que la acera del museo, por la que tanto batalló con el Ayuntamiento de Madrid, sigue igual de estrecha. ¿Se ha rendido? «Estoy vigilando, cuidado -advierte-. Tengo frito al alcalde, pero somos amigos».
Juegos Olímpicos
«Estoy rezando para que Madrid tenga los Juegos Olímpicos de 2016, sería buenísimo para la ciudad».
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