Georg Baselitz y el expresionismo abstracto, protagonistas del Guggenheim en 2017

Una programación que «sigue la nueva orientación estratégica que reserva la tercera planta a los fundamentos del arte actual». Junto a la muestra permanente de la colección propia , el visitante encontrará exposiciones del arte de preguerra , que arrancan en abril con la primera de las presentaciones bienales de los fondos de la Fundación Guggenheim y dedicada a la Escuela de París. El ejercicio se cerrará con una selección de la Colección de Hermann and Margrit Rupf procedente del Kunstmuseum Bern.

Como ya se avanzó el pasado mes de junio, la segunda planta, consagrada a grandes exposiciones temporales , albergará una muestra sobra la serie escultórica de las Celdas de Louise Bourgeois y obras relacionadas de toda su carrera; así como otra exposición dedicada a Francis Bacon y su influencia que las culturas española y francesa tuvieron en su obra.

Andy Warhol y Albert Oehlen desembarcarán a través de exposiciones monográficas en la primera planta , reservada para los fragmentos de contemporaneidad, que también darán cabida a tres videoinstalaciones de Eija-Liisa Ahtila, Sam Taylor-Johnson y Fiona Tan en el espacio denominado Film & Video.

De 2017 se adelantaron apenas pinceladas: Baselitz por un lado y por otro el expresionismo abstracto, movimiento este último al que se consagra la primera exposición «en Europa en los últimos 60 años» , y que se organizará con la Royal Academy of Arts de Londres.

En cuanto al presupuesto, el museo anuncia que «contempla aportaciones institucionales idénticas a las del ejercicio anterior, así como las nuevas tarifas que se aplicarán a partir del 1 de enero tras siete años sin variación, estableciéndose estas en líneas equivalentes a las de otros museos».

El Patronato también analizó el balancce de actividad del centro. Tras el mejor verano de su historia, hasta el 13 de diciembre Guggenheim Bilbao acumulaba 1,06 millones de visitantes , de los que un 65% son extranjeros; los procedentes de Francia representan la quinta parte.

Por último, quedó aprobado un código ético y de buenas prácticas , que recoge «estándares de conducta que giran en torno a conceptos éticos como la integridad, transparencia, honestidad, eliminación de barreras físicas y sensoriales, y no discriminación, todo ello desde la aspiración del Museo de ser un elemento integrador y de acercamiento del arte a la sociedad, fomentando valores como el respeto, la tolerancia y la diversidad».