La exposición «Picasso. Tradición y Vanguardia», prorrogada hasta el 10 de septiembre

'Picasso. Tradición y vanguardia' ha sido organizada por el Museo Nacional del Prado y el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y se celebra simultáneamente en ambas sedes. Cuenta con el patrocinio de la Fundación Winterthur y ha sido coproducida por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC), adscrita al Ministerio de Cultura.

Con esta exposición se conmemora el 25 aniversario de la vuelta del Guernica a España y los 125 años del nacimiento del artista. Picasso. Tradición y vanguardia muestra todas las etapas del pintor a lo largo de más de un centenar de obras y constituye una ocasión de excepción, al reunir el conjunto más importante de obras de Picasso vistas en España desde 1981.

El Museo del Prado es el escenario inédito donde se confronta un excepcional conjunto de obras del artista malagueño con los grandes maestros que tan importante papel jugaron en su formación. Por su parte, el Museo Reina Sofía tiene como eje central la respuesta artística de Picasso ante los acontecimientos bélicos de su tiempo.

Entre las pinturas que pueden contemplarse en el diálogo de Picasso contenido en el Museo del Prado, cabe destacar La Vida (1903) del Cleveland Museum of Art y El niño con el caballo (1906) del Museum of Modern Art de Nueva York; Panes y frutero con frutas sobre una mesa (1908-1909) y El aficionado (1912) del Kunstmuseum de Basilea; Autorretrato con paleta (1906) y Tres músicos (1921) del Philadelphia Museum of Art; La flauta de Pan (1923) del Musée Picasso de París; La alborada (1942) del Centre Georges Pompidou de París o Las Meninas (1957) del Museu Picasso de Barcelona.

Por su parte, en el Museo Reina Sofía se reúnen obras de Picasso como El Osario (1945) del Museum of Modern Art de Nueva York, y la Masacre en Corea (1951) del Musée Picasso de París, junto a otros iconos contemporáneos de la condena a la violencia, como la Ejecución de Maximiliano (1868-1869) de Edouard Manet, de la Stdtische Kunsthalle de Mannheim, y Los fusilamientos del 3 de mayo (1814) de Francisco de Goya, del Museo del Prado, que confrontados al Guernica (1937), componen una imagen irrepetible sobre los desastres de la Guerra.