Cortés: «Si reducimos los ingresos, reducimos las ventajas de la feria»
ARCO ha salvado los muebles, y todo apunta a que con nota. No lo tenía fácil la feria este año, amenazada por todos los flancos (la crisis económica, por la izquierda, y la crisis interna, por la derecha). La organización advirtió que los datos que ... ofrecían había que tomarlos con precaución, porque cuando se dieron aún faltaban horas para que echara el cierre la 29 edición de ARCO. En cuanto a ventas sí hubo rotundidad: «Comercialmente, el balance es positivo. Se han superado todas las expectativas de venta de los galeristas. Se ha vendido más que en 2009, sin duda alguna», manifestó Luis Eduardo Cortés, presidente del Comité Ejecutivo de Ifema, quien subrayó «la fidelidad de los coleccionistas españoles, que han respondido y han comprado». Desde luego había galeristas exultantes, como Álvaro Alcázar (comentaba ayer que era uno de sus mejores años en ventas y que habían comprado tanto coleccionistas españoles como extranjeros). En Espacio Mínimo ya desde el primer día la cosa había funcionado muy bien. Sobre el número de visitantes, Cortés comenzó aclarando que este año hay un día menos de feria (cinco frente a los seis habituales) y que ayer la climatología no ayudaba a salir de casa. Pese a ello, calcula que la cifra rondará los 150.000 visitantes, frente a los 180.000 de 2009. Quizá demasiado optimismo, pues ninguno de los días ha estado la feria a rebosar, ni siquiera llena.
Hasta ahí los datos facilitados por la feria. Pero quedaba mucha tela por cortar. Como las críticas a la feria, vertidas por el sector. Léase Manuel Borja-Villel, director del Reina Sofía («la feria necesita una manita de pintura») o Juan Antonio Álvarez Reyes, nuevo director del CAAC («ésta es una feria de transición»). Preguntamos a la directora de la feria, Lourdes Fernández, por tales críticas y por si coincide con los galeristas en que Latinoamérica y el arte emergente son dos asignaturas pendientes de ARCO. «Me remito al documento que hemos consensuado con las galerías. En breve vamos a definir la estrategia conjunta a seguir. Y ambos temas están sobre la mesa», respondió.
Preguntamos ahora a Luis Eduardo Cortés hasta dónde puede o está dispuesta a recortar Ifema el número de galerías participantes en ARCO, un clamor en el sector. Para unos, de las 218 de este año habría que pasar a unas 150 ó 160; los hay incluso que hablan de 120. Cortés responde: «Ifema no recibe subvenciones, funciona con los recursos que genera y esos ingresos se reutilizan en la propia feria. Es imposible contestar ahora cuál es el punto de equilibrio, es un tema abierto, hay que medirlo». Y le planteamos una queja de las galerías: Ifema no ha bajado el precio del «stand» pese a haber un día menos de feria. El presidente de Ifema contesta: «Para que la feria funcione y tenga calidad hay que tener ingresos. Si reducimos ingresos, reducimos las ventajas de la feria». No es difícil deducir que la negociación de reducción de galerías será dura.
La próxima semana empezarán a hablar Infema y el comité asesor sobre el futuro de ARCO. Pero, aunque los galeristas se unieron por salvar la feria, andan divididos en cuanto a cómo debe ser ese futuro: unos quieren que sea en Ifema, otro fuera; unos que se apoye Iberoamérica, otros el arte más innovador, otros que se quede como está. Va a arder Troya...
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