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Los mosaicos romanos, un remedio para el mal de ojo

La gente adinerada los pintaba para ahuyentar el mal de ojo y la envidia, según un estudio de la Universidad Carlos III de Madrid

Los mosaicos romanos, un remedio para el mal de ojo EFE

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Los romanos eran gente práctica, muy práctica. Le buscaban soluciones a todo lo que concernía a sus vidas. A lo humano y lo divino. Pero sobre todo, vivían muy preocupados por su vida cotidiana: desde sus fiestones y saraos (vamos, que el género fuera bueno) ... a las pinturas y aceites para las chicas o los geles de baño (que se lo pregunten a Cleopatra y Marco Aurelio); por tener unos esclavos bien aseados y limpitos, que fueran gente abierta (se lo imaginan), que no tuvieran problemas en irse a la cama (acompañados, se entiende)... Y para no seguir con esta retahíla de vida civilizadísima fueron los primeros en dotar a sus casas y ciudades de agua corriente y aseos, para señores y señoritas.

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