«Las mujeres de Argel» y Picasso
Entre las obras expuestas de la etapa orientalizante de Delacroix, en la que viaja a Marruecos, destaca «Mujeres de Argel en su aposento» (1834), un impresionante cuadro que el Louvre nunca había prestado. El pintor entra en el harén, pero, en lugar de retratar, como ... Matisse, odaliscas, retrata a mujeres reales, modernas, de carne y hueso. Para Cézanne, este cuadro fue el fundador de la pintura moderna. Siempre se ha dicho que lo fueron «Las señoritas de Aviñón». Y, precisamente, Picasso, también quedó fascinado con esta obra. Tanto que le dedicó una de sus mejores y más célebres series (abajo, imagen de uno de sus cuadros).
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