José Bros, un Werther maduro
El tenor catalán canta en el Teatro Real, y por primera vez en España, la ópera de Massenet
SUSANA GAVIÑA
A José Bros le faltan dedos de las manos para contar las veces que ha actuado en el Teatro Real. Sus últimas dos citas fueron «Rigoletto», como el Duque de Mantua, y el pasado 21 de enero, cuando participó en la celebración del 70 cumpleaños ... de Plácido Domingo. Después de interpretar «L'elisir d'amore», «La sonnambula», «La traviata», «Lucia di Lammermoor» y «Luisa Fernanda», entre otros títulos, se enfrenta desde ayer a «Werther», de Massenet, ópera que ya se pudo escuchar en el Real en la voz de Ramón Vargas, quien sustituyó a Alfredo Kraus, en ese intento imposible de que el tenor canario pudiera debutar en el Real. «Cada cita aquí ha sido importante, pero este Werther quizá es muy especial. Recuerdo cuando lo incorporé a mi repertorio en Napolés, entonces ya existía el proyecto de cantarlo aquí. He estado cuatro años esperando con mucha ilusión este momento, pues es mi primer Werther en España».
A Bros, el peso de la historia no le incomoda. «He hecho mucho bel canto a lo largo de mi carrera y siempre me ha acompañado el gran Rubini». El tenor catalán asegura que son muchas las dificultades que entraña esta partitura. «Abriendo el piano y viendo la partitura ya puedes ver su complejidad, luego depende de si las quieres trasladar también al escenario o no». En este caso, se refiere a la producción firmada por Willy Decker, «minimalista y simbólica, pero al mismo tiempo muy clara a la hora de entender la trama». El escenario presenta una marcada inclinación —algo similar a lo que sucedía en «Rigoletto»—. En él, Decker ha plasmado los dos mundos, el de Werther —la pasión—, y el de Charlotte —la opresión—, reflejados de manera bipolar, entre la lumininosidad y la oscuridad.
«Hay que correr, tirarse por el suelo... En definitiva hay que interpretar y no tienes nada dónde agarrarte —asegura—. No está ni siquiera el piano del tercer acto. Estás bastante desnudo en el escenario, pero al mismo tiempo esto te permite concentrarte con más fuerza en ti mismo». Dejando a un lado el aspecto vocal, Bros confiesa que el personaje del joven enamorado exige mucho a nivel dramático: «A mí me absorbe muchísimo. Ayer tuve el ensayo pregeneral y salí física y emocionalmente molido. Es agotador». Y es que no siempre resulta fácil poner límites a los personajes. «Hay veces que no puedes y se te va».
El tenor catalán recuerda como ya desde sus inicios miró con mucho respeto esta partitura. «Más allá de haber cantando algún aria cuando estudiaba, sabía que tenía que esperar para madurar el personaje». Y no fue hasta traspasar la barrera de los 40 años que se decidió a abordarlo. «Hay quien lo canta con 30 años, pero yo siempre he sido consciente de que no quería interpretarlo hasta alcanzar un proceso de madurez. Ahora pienso y siento de distinta manera».
Cuando se le pregunta en que momento vocal se encuentra —no deja de encadenar un título con otro, en Dresde, Munich, Hamburgo o Barcelona—, recuerda sus comienzos. «En noviembre se cumplen 20 años de mi primer “Don Giovanni”, en la Ópera de Sabadell. Desde entonces cada temporada ha tenido algo especial. Bien por el repertorio, o por las grabaciones. Me encuentro muy bien. Maduro. Estoy en una etapa en la que sigo repitiendo muchos títulos, pero también voy a debutar “Romeo y Julieta”, en noviembre, y volveré a interpretar “Manon”, una obra que siempre me ha gustado mucho. Además tengo proyectos para hacer “Cuentos de Hoffmann”... Estoy entrando más de lleno en el repertorio francés, pero sin olvidar el bel canto y otros caminos que puedo abordar. Y dentro de nada llegará mi primera “Bohème”. Quiero ir conquistando cada meta con tranquilidad, de manera que no me afecte al resto del repertorio. No quiero cambiar de chaqueta, sino combinarlas. Mantener la flexibilidad en la voz y el canto legato. Creo que el bel canto (el canto bello) hay que mantenerlo siempre». Sobre futuros proyectos en el Real, afirma que hay negociaciones para la temporada 2012/13, pero no avanza ningún título.
En este «Werther», Bros comparte amores con la mezzo Sophie Koch, bajo la batuta de Emmanuel Villaume.
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