Los tesoros arqueológicos de Rumanía deslumbran en el Museo Arqueológico Nacional
Más de 800 piezas seleccionadas por 40 museos e instituciones rumanas viajan a España para una exposición sin precedentes
En imágenes: Los fabulosos tesoros de Rumanía que han viajado a España
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesión«Creo que esta exposición va a sorprender mucho», avanza a ABC el director del Museo Arqueológico Nacional, Andrés Carretero, al referirse a la muestra ' Tesoros arqueológicos de Rumanía ' que se inaugura el próximo 1 de octubre y podrá contemplarse hasta el 27 de ... febrero de 2022 . Cascos principescos y brazaletes reales, junto con marmitas rituales, magníficos ritones, poderosas armas o estatuas únicas de dioses de la antigua Dacia han desembarcado en el MAN para mostrar al mundo la increíble riqueza de un pasado poco conocido fuera de Rumanía. El propio Carretero admite que se quedó asombrado cuando contempló por primera vez algunas de las más de 800 piezas seleccionadas por 40 museos e instituciones rumanas que han viajado hasta Madrid para participar en esta cita sin precedentes. « Nunca antes se había hecho una exposición así ni en España, ni fuera de Rumanía . De este porte, de este volumen y con esta diversidad de colecciones de todas las épocas, nunca», asegura.
La conmemoración del 140 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre Rumanía y España ha sido el pretexto para hacer realidad una idea que ya desde hacía al menos cinco años rondaba por la cabeza del director del MAN y de Ernest Oberländer-Târnoveanu, director del Museo Nacional de Historia de Rumanía (MNIR), los dos comisarios de la muestra. «La exposición va a ser ejemplo de las posibilidades que ofrece la colaboración cultural entre instituciones, entre países», ha señalado el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, que ha inaugurado este jueves la muestra junto a su homólogo rumano, Bogdan Gheorghiu, los ministros de Exteriores de ambos países y el consejero del presidente de Rumanía, Sergiu Nistor.
«De Rumanía apenas se conoce nada en España, y menos de su historia antigua», pero su pasado «es en cierto modo muy paralelo al nuestro» , destaca Carretero. Ubicados en una encrucijada del mundo mediterráneo, entre Asia y Europa, los territorios de la actual Rumanía han sido objeto de multitud de invasiones y del paso de diferentes pueblos, algunos de los cuales, como los celtas, los romanos o los godos, también llegaron hasta la Península Ibérica.
La exposición resume más de mil años de su historia, desde el siglo VIII a.C. hasta el VII d.C. , con testimonios de las diferentes civilizaciones antiguas que habitaron el territorio rumano desde la Primera Edad del Hierro hasta que pasó a ser provincia del Imperio Romano tras las guerras dacias y aún después, tras la invasión de vándalos y alanos y en el periodo de cambios y de expansión del cristianismo que le siguió.
Escitas, sármatas, getas, celtas, dacios, griegos, romanos y godos dejaron su impronta en espectaculares ajuares principescos de oro y plata, armas, cerámicas, recipientes de vidrio, objetos de adorno y de indumentaria o monedas. Deslumbra el casco principesco de oro de Cotofenesti de mediados del siglo V a.C., icono de la exposición, pero también los de los ajuares funerarios de las tumbas principescas de Agighiol y de Peretu o el magnífico ritón de Poroina de plata dorada, que se usaba en banquetes o ceremonias religiosas y en el que dos sacerdotisas llevan en sus manos un recipiente con forma de animal igual al que integran.
«Los getas y los dacios eran conocidos como el pueblo del oro y de la plata, pero también eran excelentes artesanos de la metalurgia del hierro», explica Oberländer-Târnoveanu, director del MNIR, mientras llama la atención sobre un caldero de hierro modelado («una pieza única en Europa») o sobre un umbo de un escudo cuyo metal tuvo que ser calentado miles de veces para ser moldeado. «Desde mi punto de vista, es una de las obras maestras de este periodo».
En una vitrina cercana resaltan dos brazaletes de oro del tesoro real dacio que se encontró en Sarmizegetusa, adornados en sus remates con los dragones alados, emblema en su origen de la realeza y con el tiempo del pueblo dacio. Y junto a ellos los estáteros de Koson, las primeras acuñaciones de monedas que se hicieron en Dacia.
«Cada una de estas piezas da para contar muchísimas historias y con 800… así ha salido el catálogo de la exposición, con casi 800 páginas», apunta Carretero.
Recorrer las salas junto a Oberländer-Târnoveanu es una buena prueba de ello. Mientras va relatando la historia de su país, el director del Museo Nacional de Historia de Rumanía se va deteniendo a cada momento para mostrar el ajuar funerario de un caudillo militar celta fechado a finales del siglo III , con su casco de hierro coronado con un ave de presa hecha de bronce; el increíble retrato de bronce que representa al emperador Trajano Decio ; la estela del gladiador Skyrtos; el tesoro de Pietroasele , con sus fíbulas de aves y su espectacular patera de oro; o los ajuares de las tumbas principescas de Apahida .
Piezas que por primera vez salen de sus museos
Ante la estatua de mármol del dios Glycon -«una de las piezas más fascinantes de toda la exposición», dice- aguarda a que haya cierto silencio en la sala para contar su singular historia. «Es una representación bastante extraña de un dios y es muy interesante porque en el caso de esta deidad sabemos dónde, cuándo y por qué surgió», afirma antes de relatar cómo nació en tiempos de los Antoninos (siglo II d.C.) en Asia Menor, durante una terrible epidemia. «Un personaje histórico, Alexandru, dijo que poseía un huevo del que nacería la nueva representación del dios de la Medicina, Asclepio. Así nació este ser fantástico que tiene cuerpo de serpiente, cabeza de perro, pelo y orejas de hombre y cola de león. Era considerado protector de las enfermedades y un dios que ayudaba a las mujeres a ser más fértiles y a dar a luz hijos varones».
«Es la primera vez que esta pieza única sale de Constanza -resalta Oberländer- y está aquí, en Madrid, como prueba de la simpatía y el aprecio que los rumanos tenemos hacia el pueblo español , al que sentimos muy cercano tanto culturalmente como lingüísticamente y también, desgraciadamente, debido a las recientes experiencias históricas que hemos tenido similares durante el siglo XX».
También viaja por primera vez fuera de Rumanía una pequeña obra maestra., realizada en ámbar del Mar Báltico, que representa a Eros, en un carro tirado por un pájaro. Y otra figura del mismo dios del amor, representado como un boxeador.
Ambas se encuentran en la sala dedicada a la provincia de la Dacia que preside la escultura cedida por el Ayuntamiento de Guadix (Granada) de Trajano , el emperador romano nacido en Sevilla que emprendió su conquista. Allí también se muestra un busto del emperador Adriano y de un noble dacio traídos desde el Museo Arqueológico de Sevilla y el Museo del Prado, respectivamente, cerca de la tumba de un suboficial de Hispania destinado a la provincia de Dacia, traída desde Rumanía.
«Todo esto ilustra una historia que ha ido en paralelo entre la Península Ibérica y la Dacia », sostiene el director del MNIR mientras recuerda los diversos pueblos que han formado parte de la historia de España y de Rumanía, «aunque es cierto que la Dacia estaba más expuesta a ataques que venían desde Asia y era un territorio que tenía una mayor inestabilidad».
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete