La fuerte personalidad escénica de la presidenta de SGAE, la soprano Pilar Jurado , no podía dejar pasar la ocasión de tener toda la atención mediática por la aprobación de los estatutos para un «numerito».
Ayer, Jurado se dirigió a los periodistas poco después ... de conocer su victoria en las votaciones de la asamblea. Formó a su alrededor el habitual corrillo de micrófonos y grabadoras y cuando apenas había dicho unas frases a la prensa reunida a su alrededor para comunicar el resultado, recibió «una llamada muy importante» que volaba sobre las cabezas en el teléfono móvil que le pasó uno de sus colaboradores.
-¿Será que el ministro la felicita? - pensaron los periodistas.
¡No! De inmediato, Jurado dijo: «Es la jefa de gabinete del ministro» [Monika Serrano] , y allí mismo se giró y agradeció estentóreamente la felicitación que le llegaba de un Ministerio hasta ahora crítico con su gestión.
Pero esa épica perfecta, operística, verdiana, era en realidad un melodrama vodevilesco: la verdad es que mientras Pilar Jurado salía a hablar con la prensa, un colaborador suyo había llamado entre bastidores a Monika Serrano para darle el resultado de las votaciones y de inmediato, siguiendo un probable guión, entró corriendo hasta el corrillo de periodistas al grito de: «¡Presidenta, una llamada muy importante!».
Efectista fue. Teatral, triunfal, también. Pero quienes estaban trabajando en el Ministerio saben que anoche resonaban todavía las risas en la casa de las Siete Chimeneas cuando se dieron cuenta de lo que la soprano había hecho (y se oía el eco de algún «bravo» entre aplausos a quien es ya por mérito propio la «diva» de la SGAE).
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