Pistas de 2010 ponen en entredicho la versión oficial sobre el San José

Es un hecho que se desprende de un mensaje de email al que ha tenido acceso ABC, escrito por Dooley el 8 de marzo de 2010, un par de meses antes de que Santos obtuviese la victoria en las elecciones presidenciales. En ese email Dooley afirma que ya ha estado tratando de ayudar al Gobierno colombiano «a modificar sus leyes para que puedan contratar a empresas extranjeras» a cambio de una compensación. Santos puso en marcha pronto el polémico cambio de leyes , venció la resistencia de la comunidad científica colombiana y la nueva norma fue aprobada en 2013, con la intervención de al menos otro cazatesoros, el célebre Burt Webber.

Hay que recordar que Dooley trabajó para otra empresa que había estado relacionada con el San José anteriormente: Sea Search Armada (SSA), concesionaria en los años ochenta para excavar el galeón. SSA pleiteó más de dos décadas con el Gobierno de Colombia hasta que la Corte Suprema falló en 2007 que si el San José se encuentra donde ellos indicaron o en su vecindad les corresponderá el 50% de lo que se encuentre. Por eso las revelaciones de este email de Dooley abren tantos interrogantes: ¿Conocía Santos la existencia de Dooley en 2013? ¿Y en 2010? ¿Supo de algún modo que Dooley tenía la ubicación del San José? El nombre de este cazatesoros no había surgido hasta que la ministra de Cultura, Mariana Garcés, relató en una entrevista el pasado mayo que era Dooley el hombre de la barba blanca que tenía el mapa del tesoro y al que recibió por orden de Santos.

Por eso SSA ha denunciado que Dooley tuvo acceso a las coordenadas del galeón que ellos guardaban en sus propios archivos mientras fue empleado de una de sus filiales, IOTA Partners, entre 2000 y 2003. Curiosamente, en el mail de 2010, destinado a Jack Harbeston, director ejecutivo de SSA , Dooley afirma que desde 2004, ha viajado «muchas veces a Colombia y mantenido reuniones con senadores , expertos y con el viceministro de Cultura para ayudarles a reformar la ley». En su opinión «la gran pelea estriba en qué es y qué no es patrimonio y cómo repartir los objetos» , algo que resolvió la ley de Santos, así como una compensación del 50% para los contratistas. Pero dice más en este email: «Incluso he preparado una propuesta sobre cómo hacer» el reparto.

En ese mensaje Dooley está confesando claramente su obsesión con el San José. Muestra su apoyo explícito a Harbeston en el pleito pero también le va informando de los pasos que ha dado en aras de cumplir su sueño de excavar el San José. Harbeston comenta que «en algún momento obviamente decidió que no necesitaba a SSA a su lado y prosiguió, ya no como aliado sino como adversario nuestro» .

A su antiguo jefe en SSA le dice que trabajó de 2004 a 2006 mucho tiempo en España, en el Archivo General de Sevilla (debe referirse al de Indias) donde logró una colección de documentos sobre el San José que superan los manejados por historiadores como Carla Rahn : «Mi dossier tiene muchísima más información. Según mis hallazgos, el San José no se hundió debido a una gran explosión», llega a decir.

¿Controla España sus archivos? Dooley dice también a su exjefe que ha sido en los últimos años director de riesgos de una compañía que busca un pecio en aguas internacionales -¿MAC, Odyssey, alguna otra?- y que por ello ha obtenido experiencia en vehículos remotos, software ... «tengo un equipo de consultores de arquitectura naval, arqueólogos, expertos en conservación, uno de los mejores especialistas de sónar y asistencia histórica en Sevilla a tiempo completo» . Habla también de inversores muy ricos con los que trabaja desde 2004. Y afirma que no es ya difícil hallar el San José si se tiene el equipo adecuado, «lo difícil es hacer una excavación arqueológica completa en profundidad». A la vista de las deficiencias éticas del proyecto de Colombia, no sabe Dooley hasta qué punto es verdad esta última afirmación.