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ABC Cultural

Las otras pistas que siguió la Policía

desde una autoinculpación falsa hasta una de las piezas robadas y después escondida en el altar de una iglesia

El organista que se sentía perseguido

Una noche los agentes de la Brigada de Patrimonio recibieron una llamada. «Yo tengo el Códice en mi casa», contó un hombre. Los agentes le interrogaron y se autorizó un registro en las dependencias en que vivía. Indicó una trampilla en ... el techo de la cocina, luego un armario, más tarde un hueco imposible detrás de una puerta. Todo se puso patas arriba sin hallar ni rastro del libro .

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