Nuevos documentos para seguir comprendiendo al hombre Cervantes

Los documentos ahora descubiertos y los que ya se conocían desde el siglo XIX permiten, de una manera definitiva, establecer el itinerario de Cervantes como Comisario Real de Abastos en Sevilla, Jaén, Málaga, Huelva y Badajoz desde el 17 de septiembre de 1587 hasta el 16 de febrero de 1592, o hasta el 30 de septiembre, si añadimos su trabajo como Recaudador de impuestos atrasados, que le llevó a diferentes poblaciones de Granada y Málaga. Gracias a la labor de búsqueda de documentos cervantinos desde el siglo XIX -potenciada en los últimos años- sabemos no solo dónde estuvo Cervantes en estos años, sino también las cantidades de bastimentos que tenía que conseguir y las que obtuvo realmente. Y nuevos documentos nos permitirán seguir llenando de detalles este itinerario.

Estos dos nuevos documentos permiten seguir avanzando en el conocimiento objetivo de la vida de Cervantes, del Cervantes hombre que hemos de rescatar del mito Cervantes que se ha instalado -y sigue instalado en nuestro imaginario-. Pues Cervantes fue Comisario Real de Abastos en un periodo determinado y en un particular territorio: nada más… y nada menos. De ahí que seguir defendiendo -como hicieron los biógrafos cervantinos de los siglos XVIII y XIX, que no contaron con nuestros datos ni herramientas- que Cervantes estuvo recabando alimentos o recaudando impuestos en tierras manchegas, es seguir queriendo dar carta de naturaleza histórica a lo que solo son mitos; mitos necesarios y mitos asombrosos, pero solo mitos.

Dos nuevos documentos se han puesto ahora en nuestras manos: alegrémonos no solo de su hallazgo, sino también de su contenido, y desterremos de nuestra comprensión del pasado los mitos (que no dejan de ser construcciones fantasiosas) y adentrémonos en el maravilloso mundo del conocimiento. Dos nuevos documentos para iluminar a Cervantes hombre, para hacerlo más presente en nuestro mundo actual.