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ABC Cultural

Jesús García Calero

Lo que el viento censor...

Cuando el guionista de «12 años de esclavitud», John Ridley, pidió a HBO que retirara «Lo que el viento se llevó», ambos se situaron muy lejos de una posición moral

Woody Allen recuerda en sus memorias el cuidado con el que los forenses le tomaron muestras de cabello, en el proceso de Mia Farrow contra él. «Lo haremos fácil», le dijeron (página 305), y asume que la amabilidad se debió a que es famoso... Imagina ... entonces cómo le arrancarían unos cabellos «a un no famoso, a un pobre, o a un negro»: «sin piedad», dice, seguro. Antes de lo ocurrido con «Lo que el viento se llevó», las presiones impidieron la prevista publicación de «A propósito de nada», el libro de Allen en Hachette (salió en una pequeña editorial), igual que anteriormente Amazon rescindió los contratos referentes a sus películas. Eso le pasó a él, un famoso, blanco para más señas, condenado por el pensamiento único, a pesar de haber sido declarado inocente por la justicia. Esa es la cuestión subyacente.

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