El hotel que compró la Fundación Selgas tenía graves desperfectos

Según consta en los documentos aportados en el juicio que enfrentó a la Fundación Selgas con Hotusa, la empresa que entre 1999 y 2014 se hizo cargo del negocio hotelero, ya en 2004 se habían denunciado defectos constructivos. Dos años antes de que la entidad que debe cuidar el impresionante patrimonio que los Selgas atesoraron en Cudillero comprara el inmueble, se recogieron daños en salas de reuniones, vestuarios, habitaciones de huéspedes, aparcamientos o recintos del sótano.

En agosto de 2013, poco antes de que Hotusa entregara el negocio a la fundación, se registraron también defectos en habitaciones, garajes, exteriores y jardines, estructura, fachada, corrimientos y cubiertas, luminosos e indicativos del hotel, salones o ascensores y montacargas. Según un informe aportado por Inversiones Martín Moreno , la empresa a quien la fundación arrienda el negocio desde febrero de 2014, el valor de reparación de los daños ascendía a 488.574 euros.

En la sentencia del juez de primera instancia, que condenó a la fundación al pago de 300.506 euros y la devolución de una fianza por importe de 164.076 euros, se recoge que «el edificio tenía defectos constructivos muy serios que encarecían la conservación del hotel». La Audiencia Provincial, en una sentencia que el Tribunal Supremo dio por buena en 2020, revocó el pago de esos 300.506 euros pero estimó acertada la conclusión del juez que dio por «conocidos» los desperfectos por parte de la fundación .

En 2014, con el cambio de inquilino, la Fundación Selgas se embarcó en una ambiciosa reforma del hotel que, según sus cuentas, supuso un desembolso de 4,3 millones de euros, financiado con un préstamo de 3,5 millones de euros que aún no ha devuelto.

A lo largo de quince años, la entidad ha invertido un total de 24,7 millones de euros en un hotel que era propiedad de Desarrollos Turísticos y Urbanos y Posadas de España, en cuyos consejos de administración se sienta desde 1999 Gregorio Peña. Con la compra del hotel, la fundación liberó a estas empresas de una hipoteca de 12,7 millones de euros.

En la actualidad, entre deudas y pagos pendientes a acreedores, tiene una deuda superior a los 7,3 millones de euros . Para hacer frente a estos pagos y cubrirse ante un «eventual cierre del hotel», el patronato acordó en noviembre del año pasado vender cuadros de Goya y El Greco , tal y como se recoge en el acta de la reunión. La Fiscalía de Asturias y el Protectorado de Fundaciones están investigando posibles irregularidades en estas operaciones de venta, en principio contrarias a los estatutos , y en la compra del hotel de Sevilla.

Los responsables de la fundación alegan que el hotel, por el que han venido percibiendo una renta anual de 1,5 millones de euros hasta un total de 17,8 millones, ha permitido apuntalar sus actividades. Según su versión, el hotel supone una rentabilidad del 7,37 por ciento y de un 9,4 por ciento sobre recursos propios, y todos los recursos obtenidos tienen como finalidad mejorar La Quinta, que entre otras joyas artísticas acoge la colección pictórica de los Selgas.

A este respecto, el diario ‘La Nueva España’ publicó ayer que la fundación lleva encomendando desde los años noventa las obras de rehabilitación realizadas en La Quinta al estudio de arquitectura Promur. Uno de los administradores solidarios de esta compañía, según dicha información, es también consejero en la empresa Iberovaz, presidida por Gregorio Peña. El periódico asturiano añade que tanto Promur como Iberovaz tienen el mismo domicilio social en Villaviciosa de Odón (Madrid).

El estudio de arquitectura indica en su página web que ha realizado trabajos de rehabilitación en el palacio principal de La Quinta de El Pito, el pabellón de tapices, el pabellón de invitados, la iglesia, el chalet y diversos jardines. En las alegaciones presentadas ante el Ministerio de Cultura, la Fundación Selgas asegura que ha invertido 7,6 millones de euros en La Quinta, además de 3,6 millones en inmovilizado material, equipamiento y plantación en los jardines.

Promur fue también el estudio encargado de llevar a cabo la rehabilitación del edificio de Jorge Juan 6 , la sede que la fundación vendió para acometer la operación del hotel.