Encuentran muerta en su casa a Verónica Forqué, actriz con «piel de camaleón»

Muchos espectadores jóvenes tendrán una visión distorsionada de la intérprete, tras la exhibición sin precedentes de la montaña rusa en la que se había convertido su estado de ánimo durante su participación en 'MasterChef Celebrity' , concurso que abandonó por cansancio , sin llegar a ser eliminada. Su carrera, mucho más rica, está llena de grandes títulos de cine y televisión. Rodó casi un centenar, en los que destacaba su facilidad para el humor y la parodia. Era en los alrededores de la risa donde demostraba mejor su inusual talento. Pocas veces se ha visto una mezcla tan pura de ingenuidad y carácter , aderezados con su característico timbre de voz. Es casi imposible encontrar intérpretes en los que los ojos y la sonrisa se mantengan tanto tiempo encendidos.

Curiosamente, algunas de sus interpretaciones más celebradas, destacadas todas ellas en el 'Diccionario del Cine Español' editado por la Academia y dirigido por José Luis Borau , corresponden a papeles que, quizá y solo quizá, habrían traspasado algunas líneas rojas del puritano y correcto siglo XXI . Puede que la prostituta de '¿Qué hecho yo para merecer esto?', la inocente actriz porno de '¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?' y la maquilladora que sufre una violación más cómica que dramática en 'Kika' no fueran recibidas de la misma manera si se estrenaran en 2021.

La intérprete, nacida en Madrid en 1955, era una de figuras más destacadas del cine español. Ganó cuatro premios Goya a lo largo de su carrera, por 'El año de las luces' (1987), 'Moros y cristianos' (1988), 'La vida alegre' (1988) y 'Kika' (1994). Forqué, que venía de conseguir un 'cabezón' el año anterior, fue la primera actriz que lograba dos en la misma ceremonia, por su papel secundario en la película de Luis García Berlanga y como protagonista en la de Fernando Colomo ('La vida alegre'). Solo Emma Suárez logró también el doblete casi dos décadas tarde, en 2017.

'Kika' fue su último gran reconocimiento por parte de la Academia de Cine y su colofón como 'chica Almodóvar' , club en el que había ingresado diez años antes con un papel en '¿Qué he hecho yo para merecer esto?'. También estuvo nominada por 'Bajarse al moro', en 1990, de nuevo a las órdenes de Colomo.

Verónica era hija del director de cine José María Forqué ('Atraco a las tres') y de la escritora, guionista radiofónica y actriz Carmen Vigo . En su familia abundaba el talento, ya que su hermano Álvaro también era director de cine. «Es muy versátil y tiene piel de camaleón, con gran sentido popular y facilidad para la parodia», describió su padre, en cuyo honor se entregaron el pasado sábado los premios que llevan su nombre . No siempre estuvo igual de entregado el progenitor. Según cuenta ella, en los primeros años intentaba quitarle la idea de ser actriz de la cabeza. Lo contaba en esta entrevista en ABC . «Venía un amigo suyo y decía: '¡Querrá ser actriz, con esos ojazos!' . Y entonces él saltaba: 'No, no, que lo haría muy mal'. El pobre... yo creo que logró el efecto contrario».

Los dos Forqué más conocidos coincidieron en algunos títulos de cine, como 'Una pareja... distinta' (1974) y 'Romanza final (Gayarre)' (1986), entre otros, pero casualmente el mejor papel de Verónica hija le llegó en la serie de televisión 'Ramón y Cajal' , en la que dio vida a Silveria Fañanás García , mujer del Premio Nobel interpretado por Adolfo Marsillach .

Y como no tenía problemas para trabajar en familia, Verónica lo hizo también a menudo con quien fue su marido durante más de treinta años, Manuel Iborra . Ambos hicieron juntos películas como 'Orquesta Club Virginia' (1992), 'El tiempo de la felicidad' (1997), 'Pepe Guindo' (1999), y series como 'Pepa y Pepe' (1995) y 'La vida de Rita' (2003).

Pese a las facilidades evidentes de criarse en un ambiente familiar tan propicio, Verónica Forqué se preocupó por su formación y estudió en la Escuela de Arte Dramático de Madrid , además de hacer un curso con John Strasberg , otro que sabía lo que era hablar de guiones y libretos en casa, porque era hijo de Lee y Paula y hermano de Susan, aunque esa es otra historia.

Desde su debut temprano en el cine, Forqué demostró un gran tino a la hora de elegir títulos y directores. Su primera película, a los 17 años, fue la fantástica 'Mi querida señorita', de Jaime de Armiñán . Ni siquiera aparecía en los títulos de crédito. Su primer papel importante se lo dio su padre, en la comedia 'Madrid, Costa Fleming' (1975).

Todavía en los 70, además de colaborar en la legendaria comedia surrealista 'Las trucas', participó también en un par de series. Una de ellas era 'Silencio, estrenamos' (1974), sobre el mundo del teatro. Hay que tener cierta edad para recordarla, pero estaba cuajada de grandes intérpretes, como Marsillach, Amparó Baró y Agustín González , y la realizadora era Pilar Miró . Hoy se la rifarían en las plataformas.

Forqué tuvo otra virtud y es que supo adaptarse siempre a la edad que tenía. Después de una primera década del siglo XX algo más tranquila, en los años posteriores no le han faltado proyectos e incluso tiene cuatro que todavía el público no ha podido disfrutar. Uno de ellos es la serie de animación para adultos 'Pobre diablo', creada por Miguel Esteban, Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla, que se podrá ver en HBO Max próximamente.

Los otros tres son el corto 'Es Navidad', de Rubén Pascual Tardío , y las películas 'A mil kilómetros de la Navidad', de Álvaro Fernández Armero , y ' Espejo espejo', de Marc Crehuet . En televisión, el año pasado apareció en dos series tan importantes como 'Amar es para siempre' y 'Señoras del (h)AMPA'. A Verónica Forqué le aguardaban muchos papeles porque la seguían llamando una y otra vez muchos de los mejores directores, sobre todo cuando había que sacar adelante una comedia. Algunos de esos personajes ya ni se escribirán, porque su forma de relacionarse con la cámara y con sus compañeros no es fácil de imitar.

En teatro, Verónica Forqué también desplegó una gran carrera y no tuvo menos tino, a la hora de elegir compañeros de viaje, como demostró al unirse muy joven a la compañía de Nuria Espert , en la que debutó con 'Divinas palabras', de Valle-Inclán . Otra persona clave en su vida sobre las tablas fue el director José Luis Alonso , quien en trágica coincidencia también murió a los 66 años, tras arrojarse por la ventana de su casa.