García de la Concha: «En ABC se fraguó el concepto de Generación del 98»
El director de la RAE está dictando un curso magistral en la UIMP de Santander sobre «1902, annus mirabilis: cuatro novelas que hicieron historia (Azorín, Baroja, Unamuno, Valle-Inclán)». García de la Concha resaltó a ABC el importante papel que este periódico tuvo en la génesis del concepto de «Generación del 98».
SANTANDER. El catedrático Víctor García de la Concha, director de la Real Academia, destacó a ABC el papel que jugó la prensa como difusora de aquellos nuevos escritores posteriormente convertidos en hitos de la literatura española: «El vehículo fundamental de todo aquel movimiento, de los ... que eran conocidos como «gente nueva», eran los periódicos. Muchas veces los escritores trabajaban allí por necesidad, para ganar el sustento diario, pero también era porque toda la polémica estaba allí».
García de la Concha piensa que ABC, periódico próximo a cumplir su centenario, fue muy importante como medio difusor de las ideas de estos intelectuales: «Sin ir más lejos, los artículos fundacionales del concepto de «Generación del 98» fueron publicados en ABC. Pero todo este movimiento se va gestando desde 1895, esos años precedentes a 1902, cuando aparecen las cuatro novelas que van a revolucionar el curso de la novela española en el siglo XX, y que crean un nuevo modo de escritura, y un nuevo concepto de literatura y de función de la misma en el contexto social». Esas cuatro novelas revolucionarias son las que ocupan el tema central de su curso de verano santanderino: «La voluntad», de José Martínez Ruiz (quien aún no se hacía llamar Azorín); «Camino de perfección», de Pío Baroja; «Amor y pedagogía», de Unamuno; y «Sonata de Otoño», de Ramón María del Valle-Inclán.
Para García de la Concha son estas novelas las que vienen a «romper con la tradición realista de la novela y a crear un nuevo concepto de literatura y de la función de ésta en relación con la sociedad».
Pese a que la prensa sirvió como difusora de estos escritores por entonces noveles, piensa que el medio no influyo en su modo de escribir: «El modo de escribir era independiente. La prensa sirvió de vehículo. Incluso algunas de las novelas fueron anticipadas en semanarios y en folletines». Ellos se incorporan a ABC más tarde, pero sus órganos de difusión más importantes eran revistas, creadas por ellos mismos, o en su entorno, como «Germinal», «Vida Nueva», «La Vida Literaria», «Revista Nueva», «Electra», «Arte Joven», «Gente Vieja», etc...
Para el catedrático, las redacciones de los periódicos eran el contexto en el que estos iban a configurarse como intelectuales: «El periódico de entonces era muy distinto del periódico de hoy. Hoy es un lugar de trabajo donde no se hacen tertulias. Eso ha desaparecido de la estructura de un periódico. Pero entonces era diferente. Los diarios eran el núcleo de todo el cotarro literario».
Años después de su consolidación como intelectuales reconocidos, y bajo el título «La Generación de 1898», el lunes 10 de febrero de 1913 Azorín comenzó a publicar una serie de artículos en ABC, mediante los cuales acuñó el término «Generación del 98». Al respecto, García de la Concha dice que «más que hablar de Generación del 98 yo prefiero hablar de Grupo Modernista, que es lo que era y como ellos se llamaban».
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