«Doña Francisquita» entra en el museo

La obra de Amadeo Vives , Federico Romero y Guillermo Fernández Shaw vuelve el próximo 14 de mayo al teatro de la Zarzuela (donde estará hasta el 2 de junio), y con este motivo el Museo Thyssen-Bornemisza presenta estos días una exposición en la que se recoge una pequeña muestra de su idilio.

Comisariada por Carmen Castaño , la exposición, titulada « Doña Francisquita, una mujer de zarzuela », se divide en siete vitrinas dedicadas a la música de la obra, a su adaptación al cine, a su proyección internacional, al personaje de Francisquita y a los montajes presentados en la Zarzuela en los años 1956, 1972, 1985, 1998, 2010 y 2019.

Entre las piezas exhibidas, destaca la partitura manuscrita de 1923 de Amadeo Vives, así como dos vestidos diseñados por Franca Squarciapino . Se incluyen también figurines realizados por distintos diseñadores para las diferentes producciones; carteles, bocetos escenográficos, fotografías y otros documentos.

La exposición, que permanecerá abierta hasta el 2 de junio, supone la cuarta colaboración entre el Teatro de la Zarzuela y el Thyssen, como subrayó en la inauguración el director del museo, Guillermo Solana . Daniel Bianco , director de la Zarzuela, espera que la muestra «pueda motivar el placer del descubrimiento».

Lluís Pasqual y Óliver Díaz son, respectivamente, los directores escénico y musical de la producción de «Doña Francisquita» que se estrena el 14 de mayo. Sabina Puértolas, Sonia de Munck, Ismael Jordi, José Luis Sola, Ana Ibarra, María Rodríguez, Vicenç Esteve, Jorge Rodríguez-Norton, María José Suárez, Santos Ariño, Antonio Torres y Gonzalo de Castro componen el reparto.

«Doña Francisquita», basada en « La discreta enamorada », de Lope de Vega, se estrenó en el Teatro Apolo de Madrid el 17 de octubre de 1923, con un reparto que incluía a Mary Isaura, Cora Raga, Felisa Lázaro, Juan de Casenave, Antonio Palacios y Ricardo Güell.

El crítico de ABC, Floridor , escribía con motivo de dicho estreno, al que no pudo acudir, por enfermedad, el compositor, Amadeo Vives: «Durante la representación, continuado homenaje a la música española, el nombre de Vives, como felicísimo intérprete del alma madrileña, fue aclamado a la terminación de de aquellas páginas musicales llenas de casticismo, aromadas de fragancias populares, estilizadas, y mejor diríamos policromadas, por el arte de refinadas elegancias, de las que Vives tiene el secreto. Porque toda la partitura, evocadora del garbo barbieresco, se apoya en temas que popularizó la diestra y airosa guitarra en cortejos y rondas ante las misteriosas y florecidas rejas».