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ABC Cultural

Los cuadros que encendieron la mecha

El penúltimo episodio en el rifirrafe que enfrenta a madre e hijo pudo hacer peligrar la negociación del alquiler de su colección: Borja Thyssen se presentó en el museo reclamando dos obras que creía de su propiedad: una de Goya y otra de Giaquinto.

Los cuadros que encendieron la mecha

Una nueva sombra planeó sobre la negociación de la colección Carmen Thyssen: las peleas entre madre e hijo, con Blanca Cuesta de por medio, aireadas con nocturnidad y en prime time (pillada in fraganti incluida a través de cámaras de seguridad, pruebas de paternidad que ... se reproducían por esporas y teorías disparatadas sobre la paternidad de sus mellizas, más propias de un culebrón venezolano) pasaron de los juzgados hasta el mismísimo Museo Thyssen. Su hijo, Borja, se presentó un día en el Palacio de Villahermosa reclamando dos cuadros (uno de Goya y otro de Corrado Giaquinto) que, en su opinión, se los legó el barón. La baronesa zanjó de raíz el asunto: «Los cuadros son míos. Tengo la intención de que un día sean de Borja, pero no ahora». Presentó toda la documentación pertinente en el juzgado y ante el Ministerio de Cultura para dejar claro que todo está en orden en su colección.

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