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ABC Cultural

Amor (eterno) al primer mordisco

La vida no es fácil para una familia de vampiros cuando se vive en un barrio y se tienen hijos adolescentes que pueden enamorarse de una chica normal en el instituto, como en «Crepúsculo»

Amor (eterno) al primer mordisco

La mezcla es como para resguardarse tras una ristra de ajos: historia de amor y amistad entre adolescentes, colegiales y vampiros, basada en la serie juvenil y millonaria en ventas de Stephanie Meyer con el mismo título («Twilight», en el original), e interpretada por un ... puñado de actores jóvenes y no necesariamente emergentes encabezados por Kristen Stewart o Robert Pattinson, la extraña pareja protagonista. Película de amor, película de adolescentes, película de colegiales, película de vampiros, película de enorme éxito basada en un best-seller. ¿Quién no tendría prejuicios ante este panorama?... Si espantamos a manotazos los prejuicios se puede advertir que «Crepúsculo» tiene un gran encanto: la remodelación del tópico del vampiro, que no es un ser solitario, único y eternamente aburrido y cruel, sino un ser familiar, que pertenece a una especie, lleno de energías positivas, divertido, profesional, atractivo y hasta ¡vegetariano! ... No es un dibujo insólito del personaje (cada seis meses, más o menos, se reelabora la modernidad y posmodernidad del vampiro, sin ir más lejos, ayer se estrenaba una serie televisiva titulada «True blood» que se parece a ésta como dos gotas de sangre), pero sí contiene algunos perfiles sorprendentes, y más aún porque la historia que lo rodea está cargada de vida o cine común, incluso manido: amor imposible que ha de sobreponerse a las circunstancias, a los reparos familiares, a las agresiones de elementos externos..., en fin, el «romeojulietismo» después de una transfusión rejuvenecedora.

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