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ABC Cultural

DOMINGOS CON HISTORIA

Carles Riba y las elegías de Bierville

Desde el exilio, el poeta catalán habló de la esperanza de los vencidos

Carles Ribas J. M. Nieto

FERNANDO GARCÍA DE CORTÁZAR

En ese espacio complejo, torvo y doloroso que llamamos el exilio republicano español, habitó una extrema diversidad . Hubo quien emprendió su vida como si arrancara de nuevo en París , México o Buenos Aires , dejando atrás una España ... que, si continuaba existiendo como realidad social, había perecido como territorio moral propio. España se arrancaba del corazón como lugar auténtico, y pasaba a ser un sueño a la deriva, un deseo insatisfecho, un paraíso imaginario. «España ya no existe. España es solo un nombre». La devastadora frase había sido puesta por Cernuda en labios de un compatriota que empapaba su sentimiento de orfandad en el aire mojado de Londres . En realidad, era el mismo Cernuda quien hablaba, en un verso estremecedor en el que se anotaba el aislamiento anímico del que no conseguirá tomar tierra en ninguna parte, alojado su espíritu en el exilio radical de la desesperación. La España a la que nombrará, la España que tratará de «vivir sin estar viviendo», será siempre una zona del pasado, un fragmento de la memoria, una antología del corazón.

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