Un artista rescata la estatua de Colón destruida por la turba contra el legado español en América
Will Hemsley ha invertido cientos de horas en reconstruir los escombros hundidos por una turba en el puerto de Baltimore
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Iniciar sesiónLa estatua ha renacido, salvada de la destrucción provocada por un ataque de ira contra el legado español en América y el esclavismo. Cristóbal Colón mira hoy al frente, con el ceño fruncido, un pergamino en la mano izquierda y un globo terráqueo ... bajo la derecha. Nadie diría que es la misma estatua que una turba derribó de su pedestal a la fuerza la noche del 5 de julio de 2020 , para después arrojar los añicos de mármol que quedaron a la turbia agua de un canal del puerto de Baltimore, en el clímax de la protesta racial tras la muerte de George Floyd a manos de un policía blanco en Mineápolis. Eran aquellos días de rabia desatada contra estatuas de otra era . Colón era un objetivo preferente.
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Es hoy imposible, para alguien que vio la escultura original sobre su pedestal en el barrio de la Pequeña Italia de Baltimore, encontrar diferencia alguna. Quien la ha reconstruido, que le ha dedicado gratis casi mil horas de su propio tiempo a restaurarla , dice que alguna diferencia tiene. Pero es consciente de que ha hecho algo fuera de lo común. «La verdad he buscado ejemplos de otras esculturas que hayan sido reconstruidas así, pero no he podido encontrar ninguno, lo que me sorprende, porque tampoco quería que esto se convirtiera en algo grande», afirma a ABC Will Hemsley.
Pero lo cierto es que sí ha llamado la atención. La gesta de Hemsley, una reconstrucción que se antojaba imposible, ha aparecido en los diarios locales de la zona, en Baltimore y Washington, junto con la foto de esta estatua renacida, en un blanco más brillante y la misma mirada grave del Colón de siempre. Por supuesto, ya hay polémica. Sobre todo, en torno al lugar en que esta estatua debe ponerse , de nuevo objeto de disputada entre los italoamericanos, que reclaman el legado europeo, y una amalgama de grupos contra el sistema que quieren desterrar las partes más oscuras de la colonización.
La idea de reconstruir la estatua de Colón no la tuvo Hemsley, sino su padre, Tilghman, quien vio las imágenes del derribo, que corrieron por redes sociales como la pólvora en pleno confinamiento, y decidió que alguien debía hacer algo. «Mi primera reacción fue decirle: ya, buena suerte», dice hoy el artista. Pero el padre es obcecado, y gracias a su insistencia, la estatua está hoy reconstruida como un calco del original, obra del artista italiano Mauro Bigarani, colocada en su pedestal en 1984 e inaugurada por el presidente Ronald Reagan en persona, como un homenaje a Colón y su legado en una ciudad con una nutrida población italoamericana. [En EE.UU. la defensa de Colón la han asumido, por vacío de los españoles y sus representantes políticos, los italoamericanos].
Pero para reconstruir la estatua, primero había que hacerse con los restos. El padre de Hemsley comenzó una campaña entre comerciantes y empresarios de Baltimore , muchos de ellos con raíces italianas, para recaudar fondos con un objetivo que en un primer momento se antojaba cuanto menos arduo: sacar los escombros de Colón del agua de madrugada, para evitar protestas, y dejar la reconstrucción en manos de Hemsley, que es un pintor y escultor con largos años de experiencia en el estado de Maryland, afincado en Centreville.
Búsqueda bajo el agua
Para sorpresa del propio artista, varios de esos comerciantes y empresarios quedaron encantados, ayudaron a cubrir los gastos y la operación salió bien. Una furgoneta aparcó cerca del agua, y un buzo se puso a buscar los restos. Halló 16. En una hora y media, con ayuda de una grúa, estaban todos en el vehículo, justo cuando una multitud se acercaba sacando fotos y dispuesta a impedirles el salvamento, algo que no logró. Hemsley cree que faltan al menos un par de piezas grandes que no encontró el buzo en el agua.
Ya en su estudio, con los pedazos de mármol, Hemsley estuvo varios días pensando en qué hacer, porque la estatua original era toda una pieza de mármol y, según dice, «no hay forma de coser mármol». El artista conocía una empresa, Direct Dimensions, también de Maryland, experta en escaneado en tres dimensiones. Habló con ellos, les cedió las piezas y les mostró fotos y vídeos del original. Tras conseguir el mapa en tres dimensiones de la estatua, otra empresa, Composite Inc, le ayudó a crear un molde, que el propio Hemsley rellenó con el mármol recuperado a un 90% y con resina. Después, en su estudio, él modeló la estatua, con ayuda de arcilla hasta la forma actual, casi idéntica al original.
Hay algunas diferencias, que se escapan al ojo. La nueva estatua es más baja: 2,8 metros contando el pedestal, frente a los 4,3 de la original. Y pesa mucho menos: una tonelada, frente a las 17 de la anterior. El coste de esta reconstrucción se estima que es de unos 75.000 euros, sobre todo de donantes, pero con una parte de 28.000 euros del Fondo Nacional para las Humanidades, una agencia federal pública. Hemsley trabajó gratuitamente.
Dónde ubicarla
La duda es ahora dónde puede ir esta estatua, dado el trauma que para muchos italoamericanos supuso el derribo de 2020, sin un debate o una votación previa. Según el artista, «fue muy difícil, dejando de lado las consideraciones políticas, ver cómo se derribaba un monumento importante, porque uno piensa en el artista que la hizo. Es una obra de arte, creada por alguien, al margen de la política».
Lo cierto es que las autoridades locales se han lavado las manos. El ayuntamiento de Baltimore renunció a la obra de arte en un escrito firmado el 26 de agosto de 2020, días después de su derribo y hundimiento. Dos meses después el mismo gobierno local anuló la fiesta del 12 de octubre como Día de Colón y hoy celebra en su lugar el Día de los Pueblos Indígenas.
El dueño actual de la estatua, que donó la original en 1984, es el grupo local Unión de Organizaciones Italoamericanas, que aún estudia qué hacer con ella. De momento, irá a almacenamiento, a la espera de un pedestal que la acoja . En los mapas, el lugar en que estuvo 36 años todavía se identifica como Columbus Park .
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