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ABC Cultural

Anatomía de un robo: las sombras del 'Galileo' desaparecido de la BNE

Los fallos de seguridad antes de 2007, fecha del robo de los mapas de Ptolomeo, eran palpables, pero desde entonces la Biblioteca Nacional cambió todos sus protocolos. Por eso no cuadra lo que sabemos del cambiazo del ‘Sidereus Nuncius’. ¿Hubo cómplices?

Sobre estas líneas, unas páginas del 'Sidereus Nuncius' ABC
Bruno Pardo Porto

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En 1610 Galileo Galilei pasó muchas noches pegado al telescopio, un artilugio de su propia invención con el que era capaz de ver estrellas que antes eran invisibles. Estaba fascinado con el asunto, igual que cuando Colón llegó a América: de ... repente, el mundo que se abría ante sus ojos era mucho más grande de lo que nunca antes había podido imaginar. Con el telescopio apuntó a la Luna y constató que no era lisa y perfecta, como se creía en la época, sino que era áspera y desigual. También descubrió que los cuerpos celestes que rodeaban a Júpiter eran satélites, y no estrellas. Todo esto, entre otras cosas, lo anotó en un diario de observación repleto de sabiduría y entusiasmo, que acabó publicando bajo el título ‘ Sidereus Nuncius ’ (‘El mensajero sideral’), y que se convirtió en el primer estudio científico de la historia basado en observaciones hechas con un telescopio.

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