Algunas cuentas de la SGAE se verán en la web
JESÚS GARCÍA CALERO
MADRID. En medio de la polémica hay grandes novedades. Por mucho que los responsables de la SGAE afirmen orgullosos que sus cuentas están a la vista para quien las quiera ver, eso no es del todo verdad. En el Registro Mercantil figuran, ... pero la transparencia democrática exige más a una entidad tan escrupulosa que gestiona los derechos de casi 100.000 autores. Para empezar, de una manera inminente, sus balances, memoria y criterios de reparto -los de SGAE y otras siete entidades de gestión de derechos- se colgarán en la web del Ministerio de Cultura. ¿Basta? No. Según fuentes del sector audiovisual, antes de fin de año estará listo el estudio que Cultura y Administraciones Públicas han encargado a la Agencia de Valoración de la Calidad de las Políticas Públicas (AEVAL). Se trata de un trabajo de análisis en dos partes, la primera de las cuales ya está prácticamente acabada, a pesar de la complejidad de controlar y repartir la recaudación de tantas decenas de miles de beneficiarios. Quienes saben de esto afirman que en las cuentas de la SGAE no hay agujeros ni cosas demasiado raras, y superan la auditoría. El gasto de funcionamiento de toda su maquinaria recaudatoria no supera el 12 o el 15 % del total recaudado.
Queda, último pero no menos importante, el asunto de los métodos empleados para recaudar. Como el ciego de El Lazarillo de Tormes, las entidades de gestión se enfrentan a la picaresca con métodos expeditivos no siempre comedidos, como los polémicos espías de las bodas tan de actualidad.
Una de las claves de todo este embrollo radica en que el Tribunal Constitucional, en una sentencia de 1995, otorgó la legislación de la propiedad intelectual al Estado y su control a las Autonomías. SGAE creció en la penumbra marcada por una falta de mecanismos de control eficiente. Le faltó transparencia en un sector plagado de intereses industriales y alardeó de sus apoyos políticos, despertando la desconfianza popular. Hay consenso sobre la legitimidad de los derechos de autor. Sobre SGAE, todavía no.
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