La SGAE aprueba la reforma para acabar con «la rueda de las televisiones»

La junta directiva de la SGAE ya había dado anteriormente luz verde a esta propuesta de reforma, por la que se modifica el valor actual de las franjas horarias televisivas, pero en la asamblea de socios del 26 de enero no salió adelante a pesar de obtener el 56,6 % de los votos, pues se consideró que eran precisos dos tercios de ellos al tener la reunión carácter extraordinario. Según fuentes de la entidad, la junta directiva ha dado luz verde por una mayoría a esta modificación aunque alguno de los miembros que se han opuesto han amenazado con denunciar este punto.

Las fuentes han señalado que en la reunión de la junta se han presentado informes jurídicos que defienden que la potestad para aprobar esta modificación corresponde al Consejo y a la Junta directiva de la entidad y que el hecho de llevarlo a la asamblea extraordinaria fue un "gesto" que no era necesario.

El presidente de la SGAE, José Luis Acosta, que concurrirá a las elecciones con la candidatura Plural, recalcó el pasado lunes su intención de poner fin a esta práctica, que supone que el 70 % del dinero que recauda la entidad en concepto de derechos de autor por la música en televisión corresponde a piezas emitidas en la franja nocturna, que sólo cuenta con un 1 por ciento de audiencia.

Un asunto al que achacó su cese en julio de 2013 el expresidente de la SGAE Antón Reixa, que denunció «la rueda de las televisiones» como un problema estructural de la entidad que «podría llevarse por delante» en pocos años la gestión de los derechos de autor. Reixa se refería así a una carta que escribió a lo socios de la SGAE en la que denunciaba que once autores podrían haber recaudado, en cinco años más de 25 millones de euros mediante esta práctica.

Según explicaron los miembros de Plural, las cadenas de televisión pagan una cuota a la SGAE por el uso de todo su repertorio de música sin distinguir a la hora de pagar la cuota de audiencia. Y, aseguran, aprovechando esta situación las televisiones controlan, a través de sus propias editoriales musicales, hasta el 50 por ciento de la recaudación de esta música emitida de madrugada.