La exdirectora de San Sebastián 2016 arremete contra los que la colocaron

«Está clara la falta de confianza hacia mí», ha asumido en su despedida ante los periodistas, ante los que ha denunciado que las instituciones la han dejado abandonada a su suerte tras plantear el martes su dimisión en una reunión del Patronato a la que convocó a la prensa, y que los patronos sintieron como «encerrona».

Ha citado expresamente «la falta de apoyo ante la polémica» de su nombramiento, en verano, pese a que las instituciones cerraron filas y la ratificaron en el cargo directivo. Incluso la consejera vasca de Cultura la defendió en el Parlamento. Eso sí, Bildu y PNV señalaron que debía ser ella la que explicara por qué envió a sus compañeros de Elhuyar un e-mail en el que anunciaba su contratación sin haberse siquiera convocado aún el proceso público de selección, que terminó ganando.

Ahora aduce la «filtración» sin su permiso del avance del programa cultural , que publicó el sábado el «Diario Vasco», y que fija como una razón fundamental para su espantada, que tiene lugar a año y medio de que arranquen los actos oficiales y sin que la ciudadanía conozca aún el proyecto.

Nogeras dice haber acusado también el «bloqueo técnico» que desde dentro ha ejercido su segunda, la directora cultural Guadalupe Echevarria , quien se incorporó casi a la vez, y que debía diseñar la programación . Según Nogeras, Echevarria «no se ha adaptado» al equipo y «ha supuesto un problema enorme» para su liderazgo.

Por último, ha denunciado la guerra política de los partidos en torno a la Capitalidad Cultural , convertida en «arma arrojadiza». «Nada queda del apoyo unánime» que concitó en junio de 2011 la elección final de la candidatura donostiarra , asegura Nogeras.

Preguntada por la viabilidad real del proyecto, que acumula retrasos importantes y naufraga ahora sin capitán , ha afirmado que es necesaria la «reacción» de las instituciones, que deben acordar mañana en un Patronato extraordinario a quién encomiendan ahora el timón del barco. «Hay que tomar decisiones muy serias cuanto antes».

La filóloga vasca, quien se ha reivindicado como una «profesional independiente», se ha reconocido dolida porque «se ha desprestigiado» su «figura». Ha defendido su gestión al frente de la Capitalidad, que ha durado siete meses. «El trabajo realizado ha sido importante», ha señalado.