El 19 de abril de 1740, el «Princesa» estaba navegando solo por el Atlántico a unas noventa millas de Finisterre cuando avistó una escuadra inglesa. El donostiarra Pablo Agustín de Aguirre era el capitán y demostró aquel día de abril la pericia y el valor ... de los marinos españoles que se arriesgaban en un mar en guerra. Cada vez que los buques hispanos e ingleses se encontraban en el océano ardía la pólvora y corría la sangre. Y eso fue lo que ocurrió en ambos bandos aquel día, pese a la superioridad británica de tres buques de 70 cañones contra uno de 64. Como el «Glorioso» , el «Princesa» vendió muy cara su piel. [ Lee la historia al completo en Espejo de Navegantes ]
La aventura del «Princesa», el navío que asombró por su dureza a los ingleses
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete