la larga guerra del siglo XX (II)
La ofensiva ganada mil veces
Planificación: Alemania ensayó en el ‘Kriegsspiel’ una campaña que siempre resultaba victoriosa y que, sin embargo, fracasó en la realidad
ARMANDO FERNÁNDEZ-XESTA
En 1914 la Alemania del Káiser entró en guerra con la seguridad del triunfo. Durante cerca de medio siglo, año tras año, había ensayado en el Kriegsspiel la campaña de Francia, analizando todas las variables, contemplando cualquier tipo de situaciones, teniendo en cuenta los adelantos ... técnicos o la influencia de las posibles alianzas. Su plan funcionaba en la totalidad de los supuestos. Y si su estrategia tenía éxito en el Kriegsspiel, lo alcanzaría igual en la realidad, como había ocurrido el siglo anterior en las guerras con Dinamarca, contra Austria y, sobre todo, contra la Francia de Napoleón III. El Kriegsspiel, que durante años fuera uno de los secretos mejor guardados del Estado Mayor prusiano, se había revelado siempre como el método más eficaz para preparar con seguridad de éxito una batalla, una campaña o una guerra.
Invención del método
Culminación de todos los métodos de simulación tanto estratégica como táctica, el Kriegsspiel fue publicado por un teniente de artillería prusiano, Georg von Reisswitz, en 1824, en la Europa que tras las guerras napoleónicas y el Congreso de Viena esperaba una larga etapa de paz. En el prólogo de su libro, Von Reisswitz atribuye a su padre y a un grupo de amigos la invención del método, que él mismo se había dedicado a perfeccionar, según contaba, a lo largo de más de 10 años.
El Kriegsspiel se basa en manejar sobre mapas topográficos reales unas piezas que ocupan en el mismo lo que las unidades que representan ocupa¬rían en la realidad, en cualquier tipo de formaciones. El desplazamiento de tales piezas se fijaba en fracciones de dos minutos y de acuerdo a la movilidad de infantería, caballería, artillería o bagajes, y a si este movimiento se hiciera al paso, a la carrera, al galope o arrastrado. Todo ello, además, influenciado por las características del terreno, de acuerdo con el mapa topográfico donde se desarrolla la simulación. En el caso de los combates, se tenía en cuenta el número de efectivos, tipo y alcance de armas, formacio¬nes, posición, etc…, utilizándose unos dados especiales para determinar las situaciones aleatorias que se dan en todo encuentro armado. Los dados servían para matizar un resultado, pero en absoluto eran determinantes.
De la librería al Estado Mayor.
Expuesto en el escaparate de una librería berlinesa como un mero juego de entretenimiento, fue descubierto casualmente por el jefe del Estado Mayor del Ejército de Prusia, general Karl von Muffling, quien recomendó su retirada de las librerías y su evaluación por el personal a su mando. Cuatro años después, ampliado y perfeccionado, se convierte en elemento fundamental para el entrenamiento de los oficiales y para la planificación operativa del ejército prusiano. Todas las subsiguientes campañas a lo largo del siglo XIX llevadas a cabo primero por Prusia y más tarde por la Alemania unificada, son estudiadas previamente en el Kriegsspiel y sus resultados aplicados siempre con éxito en el campo de batalla. Tras la inesperada victoria de las tropas germanas en Sedán y el insospechado derrumbe de la Francia del segundo imperio, el Kriegsspiel empezó a ser conocido, admirado e imitado en todo el mundo. En España, el primer reglamento de simulación táctica, “El juego de la Guerra”, del coronel de Estado Mayor Máximo Ramos, se publicaría en 1881.
En 1873, no obstante, los alemanes ya estaban perfeccionando de nuevo el método de la simulación con las aportaciones de un profesor de la Escuela Militar de Hannover, Jacob von Meckel, que lo hace más flexible, en la medida en que los enfrentamientos en formaciones cerradas van dejando paso al combate en orden abierto… Pero, en 1914, la que debería ser la ofensiva de la victoria sobre Francia fue definitivamente frenada en el Marne. No se debería, sin embargo, a un error del Kriegsspiel, sino de quienes no aplicaron sus lecciones, retirando anticipadamente dos cuerpos de ejército de ese frente. Obligaron así a una maniobra no prevista, la aproximación a París desde el este, (en lugar de rodearlo desde el oeste como se había ensayado tantas veces sobre el plano topográfico), tropezando frontalmente con las fuerzas franco-británicas que pensaban flanquear.
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