Barcos de otras épocas: tesoros navales de España
La Fundación Nao Victoria luce con orgullo la réplica del navío español que logró ser la primera embarcación de la historia en dar la vuelta completa al mundo
Barcos de otras épocas: tesoros navales de España
Aventura, espíritu de sacrificio, arrojo… Son tres valores que siguen bien vigentes en España hoy, aunque a veces parece como si nos olvidáramos de que alguna vez han estado con nosotros. Ese es precisamente el sentido de una fundación como la Fundación Nao Victoria: rememorar ... en la España actual valores como estos a través de barcos. Sí, sí, has leído bien. Barcos. O más bien, réplicas de barcos, en concreto la Nao Victoria y el Galeón Andalucía, réplicas las dos de navíos del siglo XVI y XVII.
¿Cómo pueden unos barcos rememorar valores? Sí pueden, y de hecho, lo hacen. Hemos hablado con Juan Salas Tornero, presidente de la Fundación Nao, para explicar esto con más claridad. Si has visto películas de barcos como Master & Commander, Titanic, Poseidón o El Motín de la Bounty te habrás dado cuenta de que el valor de esas películas reside en gran parte en esa reproducción a escala, ese microcosmos que se crea en un barco: una representación de la sociedad en la vida real, contenida en un tiempo y un espacio muy concretos. Todo lo que sucede dentro de un barco es lo que pone de relieve los valores de quienes van en él. Y esto carga al objeto de un valor icónico y simbólico muy fuerte.
Aquí es donde entra en escena la historia de la Nao Victoria: una embarcación que partió en 1519 de Sevilla junto a otras cuatro naves y que resultó ser la primera embarcación de la historia que daría la vuelta completa al mundo, demostrando que la Tierra era en efecto redonda. Nada menos. Un hito que ya parece olvidado.
En toda la expedición había embarcados 245 marineros italianos, holandeses, franceses, alemanes, portugueses e incluso ingleses. Un microcosmos de Europa en toda regla. Cuando acabó el viaje, este barco resultó ser el único en volver, en 1522. Sólo 18 marineros habían sobrevivido. Y sin embargo, historias como esta permanecen bien desconocidas en España, mientras en otros países como Reino Unido, barcos mercantes como el Cutty Sark son una leyenda.
Volver a dar la vuelta al mundo
Por eso, para mantener vivo su recuerdo, la Fundación Nao Victoria saca a su joya de la corona «de pase» de vez en cuando. Así es como la Nao Victoria ha estado ya en países como Japón, Bélgica, China o Estados Unidos.
Pero sobre todo, lo que la Fundación Nao quiere resaltar con su actividad es de qué manera una expedición liderada por España fue y sigue siendo el símbolo de una sociedad que apostó por la innovación y la tecnología. España era la primera potencia mundial naval del mundo en el siglo XVI. El galeón sin ir más lejos, un navío pesado y lento concebido tanto para el comercio como para la guerra, fue en sus orígenes un diseño español posteriormente copiado por muchos otros los países. Y las cartas de navegación españolas eran las más completas del mundo.
En opinión de Juan Salas, nuestra inteligencia, nuestro arrojo y sentido del riesgo, y nuestra capacidad de sacrificio ya nos llevaron a conseguir grandes cosas. Y estos valores, está convencido, siguen siendo los valores que nos llevarán a los españoles a salir de la recesión. La Fundación NAO quiere recrear la aventura a través de un símbolo: que debemos alejarnos del acomodamiento sedentario, salir de nuestra zona de confort para no seguir un camino previsto que nos lleva al anquilosamiento y a la desaparición. Porque ya lo hicimos anteriormente, y lo podemos volver a hacer.
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