Bob Dylan expone una selección de retratos en la National Portrait Gallery de Londres

La pintura siempre fue una de las pasiones privadas de la estrella desde que comenzó sus giras en los años sesenta y entre sus planes nunca ha figurado el resignarse por una pequeña mácula en su carrera después de seis décadas entregado a sus seguidores. Nadie ni nada le arrebataría su pasión por los pinceles y Dylan ha continuado su producción pictórica, de la que ha ahora ha trascendido su lado más personal, a través de una muestra de doce retratos al pastel que se exhibirán en la National Portrait Gallery de Londres a partir del próximo día 24.

La irrupción del artista estadounidense entre las obras pictóricas de una pinacoteca dedicada exclusivamente a plasmar la historia de Reino Unido a través de los rostros de sus artífices representa un hecho excepcional al que la directora de la galería, Sandy Nairne , encuentra sentido en la magnificencia del artista. «Es una de las figuras culturales más influyentes de nuestro tiempo y siempre ha creado un mundo muy visual, ya sea con palabras, con música o en pinturas», comenta Nairne, quien mantuvo dos años de conversaciones con el representante de Dylan para fijar los términos de la exposición.

« Face Value » reúne los retratos de estudio más recientes del músico, que representa a sus protagonistas a través de una óptica perfilada a lo largo de su vida, alimentada con su memoria y su imaginación, plasmándolo en personas, algunas reales y otras ficticias. En ningún caso se trata de temas de la vida pública británica, pasada o presente, puntualizan desde el museo.

«Por supuesto, siempre hay un riesgo cuando un artista se cruza a un medio diferente, pero Dylan siempre ha tomado esos riesgos. Creo que cuando la gente los vea los encontrará muy poderosos y estoy segura de que el público encontrará algo interesante en ellos».

Dylan hasta en pintura

Pocos conocían la pasión desenfrenada de Dylan por las artes pictóricas, con las que comenzó a coquetear a mediados de los sesenta tras sufrir un accidente de moto, hasta el año 2007, cuando debutó en las grandes galerías de arte con su primera exposición en Alemania, « The Blank Series » y una segunda en Dinamarca, « The Brazil Series ».

Dylan nunca ha llegado a convencer del todo a esa crítica tan generosa en elogios con su carrera musical y tan reacia a su producción a golpe de pincel. La eterna duda sobre el recorrido que hubiera alcanzado su obra pictórica de haberlo hecho de manera anónima sin que su nombre mediara en sus cuadros siempre quedará ahí.

Los retratos que se expondrán en Londres, de los que sólo han trascendido dos, abren ahora una nueva oportunidad para juzgar el talento pictórico del artista, en el que se atisban pinceladas de mejora, según el historiador de arte John Elderfield , que ayudó durante el montaje de la exposición. «Los cuadros de “Face Value” pueden equipararse a las canciones de Dylan, porque son productos de la misma extraordinaria imaginación creativa , la misma mente y la misma mirada de un artista para quien mostrar y contar, lo temporal y lo espacial, lo verbal y lo visual, no se separan fácilmente».