La dueña del Sol y del grito de Tarzán se ve rodeada por un «círculo de envidiosos»
«La gente no es capaz de hacer cosas, tiene miedo al ridículo, al maldito qué dirán», afirma Ángeles Durán
efe
La viguesa Ángeles Durán , madre de cuatro hijos, dueña del Sol, de la partitura más larga del mundo -con 24.000 millones de compases- y del grito de Tarzán, por el que pleitea con la SGAE , implora a Dante Alighieri ... y al universo de «La Divina Comedia» para quejarse del «círculo de envidiosos». Esta perito judicial, pensionista tras un fatídico accidente de circulación que sufrió en 2001 y ha dejado en ella graves secuelas que la obligan a tomar morfina, ha contado este domingo que «la gente no es capaz de hacer cosas, tiene miedo al ridículo, al maldito qué dirán, muchas personas dicen si hago esto se pueden reír de mí... ».
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«Yo no tengo culpa de que las cosas estén ahí, y los demás no las vean o no sepan cómo hacer», añade, y entiende que los que se dedican a criticarla «son en realidad amargados, impotentes que no son capaces de hacer nada, que no ven más posibilidades, cuando la vida es todo un abanico de colores y uno puede hacer muchísimas cosas».
«Son en realidad amargados, impotentes que no son capaces de hacer nada»
En estos momentos, esta mujer está pendiente de un juicio con la Sociedad General de Autores y Editores , que preside otro gallego, Antón Reixa . El motivo: el famoso aullido del conocido como rey de los monos , el legendario personaje ideado por Edgar Rice Burrougs .
Durán cuenta que ha plasmado en un pentagrama el alarido, y que bajo el título «La llamada» lo registró en 2008. « El Registro de la Propiedad Intelectual debe dar una resolución en seis meses, a mí me pidieron seis meses más, en total un año, para verificar que en ningún registro del mundo se hubiese presentado la partitura como la he presentado yo», explica.
Afirma que desde la SGAE, para no abonarle lo que entiende que le pertenece -Durán reclama por vía judicial entre 100.000 y 200.000 euros en concepto de canon- alegan que no es musicalidad, «y yo digo, si no lo es para que me paguen mi obra, ¿para qué la están cobrando ellos? Eso se llama apropiación indebida, estafa, y lo dice el Código Penal, no yo». «En su momento me dijeron, sí, se paga cada tres o cuatro meses, y no me pagaron», enfatiza.
Con el astro rey, en cambio, esta gallega residente en el Ayuntamiento de Mos , que en la escuela cantaba en un coro, no ha tenido mayores problemas.
El acta legal que posee la señala como «propietaria del Sol, estrella de tipo espectral G2, que se encuentra dentro del Sistema Solar, situada a una distancia media de la Tierra de, aproximadamente, 149.600.000 kilómetros». «Lo fundamenté jurídicamente, los registros solo tienen capacidad en lo que es la Tierra, no fuera de... Las escrituras es distinto», especifica.
«Los registros solo tienen capacidad en lo que es la Tierra, no fuera de...»
El estadounidense Dennis Hope , que formalizó en una oficina del registro de San Francisco la compra de la Luna, fue quien le dio la idea cuando buceaba por Internet buscando documentación para uno de sus libros, titulado «Una historia de tres. Tú, yo y el alzheimer» . No es su único trabajo escrito. En «Diario de un sumiso» , Ángeles Durán relata los perversos placeres que experimenta un sumiso joven con su ama madura.
Durán no encuentra que ser propietaria del Sol sea una idea romántica o una ocurrencia megalómana, y tampoco la de su colega norteamericano, que ha montado un emporio vendiendo su adquisición - la Luna - en parcelas, un negocio que ha extendido a otros planetas como Marte o Mercurio . «Muchos genios, como el de la pintura Vincent van Gogh , o la celebridad de la música Ludwig van Beethoven , han sido criticados, eran locos, esquizofrénicos, vagabundos o borrachos... y al final, la historia está ahí, el tiempo da y quita razones», apostilla Durán.
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«Mucha gente del pasado no saca nada, no aprende, ni siquiera se para a verlo», lamenta, y avanza que en su mente circulan nuevas ideas, que tienen que ver con la composición y con sentarse con libreta y lápiz . «Yo tengo que ir a los pocos. La mayor parte del tiempo estoy tirada en la cama, me duele hasta mover las pestañas. Diez minutos en el ordenador a mí me cuestan una semana de estar en la cama y de no poder moverme, aunque he aprendido a vivir con mi enfermedad», recalca.
Confiesa que cobra una pensión «ridícula», y que, preocupada por la crisis económica, se ha decantado por enviar un amplio dossier al presidente del Gobierno , Mariano Rajoy , en el que le hace ver cuáles deben ser las salidas para abandonar esta difícil situación, «sin esperar nada a cambio». .
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