La apuesta por el sello Halal busca el acceso a un mercado global millonario

Según los datos facilitados a ABC por el Instituto Halal, a toda aquella empresa que posea esta certificación se le abre un mercado formado por unos 1.600 millones de habitantes, es decir, en torno al 25 por ciento de la población mundial, que es la que profesa la religión islámica. Hay que resaltar que son muchos los países de esta tradición que están en franco crecimiento económico, como es el caso de Catar o Arabia Saudí. A todo ello se suma el importante número de musulmanes que viven en países europeos y norteamericanos. En países como Francia ya es habitual que existan zonas de supermercado o incluso cadenas enteras dedicadas la venta de este tipo de alimentos.

La directora general del Instituto Halal, Isabel Romero, informó de que actualmente son más de 200 las industrias que cuentan con este sello en España. Cataluña, País Vasco y Levante son las zonas donde hay más empresas con esta certificación. En el caso de Córdoba, son solo cuatro las firmas que cumplen con todos los requisitos que marca la Ley Islámica, que es lo que acredita la marca Halal. Son Covap, Carloteña de Asados y dos aceiteras. La mayoría de estas compañías pertenecen al sector agroalimentario, aunque también hay de otras actividades, como la restauración, el turismo, la ingeniería y la comunicación.

A nivel nacional, las empresas que poseen este sello manejan un volumen de negocio de 800 millones de euros, una cifra que se eleva hasta los 20.000 millones para hacer referencia a la facturación de las compañías europeas acreditadas. En todo el mundo la cantidad asciende a unos tres billones de dólares. A estos números no son ajenos los patronos de la Fundación Agrópolis, que han encargado al Imdeec un estudio de viabilidad para implantar en Córdoba un polígono empresarial ligado al Halal. Este informe de viabilidad tiene un presupuesto de 47.000 euros más IVA.

Romero calificó de «muy interesante» esta iniciativa y destacó la importancia en el sector agroalimentario de Córdoba, puesto que «cuenta con el mayor número de grupos de investigación» vinculados con esta actividad. La máxima responsable del Instituto Halal subrayó que éste sería el primer parque industrial de esta naturaleza en España y el segundo en Europa. Solo en Bélgica ya funciona una iniciativa de estas características.

El plan es que, en este polígono se instalarían empresas con el sello Halal y, por tanto, muy interesadas en exportar sus productos y servicios a los países musulmanes. Se convertiría en un importante foco de atracción de compañías para una ciudad tan necesitada de nuevas actividades económicas como es Córdoba. Además, las firmas que se instalaran en este parque contarían con el apoyo de una plataforma de comercialización para poder actuar en unos mercados que exigen de normas muy específicas relacionadas con la práctica religiosa.

La vinculación de Córdoba con este sello tiene ya una gran tradición. Fue en 1998 cuando se fundó el Instituto Halal en la localidad de Almodóvar del Río, sede también de la Junta Islámica. Tras un complejo proceso burocrático, esta organización empezó en el año 2003 a certificar empresas para poder operar en los países musulmanes. El pasado mes de agosto se produjo un importante cambio, ya que el Instituto trasladó entonces su sede a Córdoba.